Esta foto no solo me gusta por el sitio, la situación y el momento, sino por la persona que hay detrás de esas cortinas. ¡Todo un hallazgo!
La pasada semana, en un post sobre mi viaje a la región francesa de Poitou Charente, os hablé de las Las Ostras del Marennes. Pues bien, cuando íbamos siguiendo el curso de la desembocadura del Cayenne, justo antes de entrar en el puerto, me fijé en una pequeña casita de ostreros que adornaba su puerta con unas cestas peculiares.
Hay veces que algo llama nuestra atención de una forma poderosa y, aun así, pasamos de largo y continuamos con un plan preestablecido. Eso no me suele pasar a mí, ya que me muevo mucho por impulsos visuales.
Ese radar particular me permite conocer muchos sitios inesperados, y no me cuesta nada romper una ruta ya definida. Además, soy especialista en distinguir un taller artesanal por pequeños detalles que pasan inadvertidos para los demás.
Siento una especie de atracción vital cuando me encuentro con alguien que lucha por una idea creativa y consigue llevarla a acabo. Lo reconozco. Yo tuve que dejar aparcados mis proyectos artísticos porque económicamente no me permitían tener una mínima estabilidad, pero admiro a quien sigue adelante con ello porque sé perfectamente el esfuerzo que supone.
Isabel tiene su taller detrás de la pequeña tienda donde expone sus trabajos. Un mundo maravilloso que se esconde detrás de esa cortina. La cantidad de cestas con diferentes formas y tamaños es increíble. Todo lo que hace tiene su fuente de inspiración en la ostricultura. Son formas y objetos que evocan los materiales e instrumentos utilizados en el cultivo de las ostras.
Fue una auténtica gozada poder hablar con ella de sus trabajos y proyectos. Además, vimos el primer prototipo de las cestas adaptadas a una bicicleta que, con toda seguridad, serán todo un éxito.
Como ya os podéis imaginar, una de esas cestas comparte ya el espacio con mis bolsos. Es preciosa.
Las placas que llevan en el centro del panel frontal están hechas con restos de conchas de las ostras y tienen una textura rugosa especial.
Su empresa se llama ifLAB y se dedica al IN and OUTDOOR DESIGN.
Os dejo una muestra de otros trabajos de Isabel. En este caso, unas mesas de acero inoxidable con una tapa trabajada con conchas de ostras.
Y también me parecen alucinantes estos portavelas. Un mundo muy particular y original.
Espero que os haya gustado.
Isabel, quiero desearte mucho éxito y mandarte un fuerte abrazo desde Madrid. Para mí fue muy especial encontrarme contigo y compartir ese momento. Me encanta todo lo que haces y estoy convencida de que te esperan muchas cosas buenas.
Fuente: este post proviene de Las Cosas de Cósima, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Modificado:
