Hoy es un día especial. Por un lado parece que el blog empieza a salir del letargo voluntario en el que se ha visto involucrado estos últimos meses. Y, además, ésto también coincide con un hecho que implica un cambio importante en mi vida.
El pasado domingo mi hija se fue a Dublín, donde cursará el equivalente a 4º de la ESO. Este año va a ser muy importante para nosotras. Ella se aleja de la comodidad familiar y tiene muchas cosas por delante para experimentar y adquirir madurez. Yo también tengo que crecer, aunque, a mi edad, espero hacerlo un poco más despacio.
A mí me toca superar la "hijitis" que me domina. La verdad es que no tengo ningún problema en reconocerlo: estoy enganchada a mi hija. Me divierto con ella, compartimos muchísimas cosas y tenemos una relación especial.
Esta receta la hice en Mayo y cuando estaba editando las fotos ella se acercó por detrás diciendo: "Mami, ¿son esas las galletas de queso que tomamos ayer? Tienes que volver a hacerlas". Por eso, aunque ahora no se las pueda tomar, quiero dedicarle estas GALLETAS DE QUESO GRANA PADANO Y TOMILLO.
INGREDIENTES:
300 gr. de harina
240 gr. de mantequilla
200 gr. de queso grana padano
Tomillo fresco
Sal
Mezclar la harina con el queso grana padano rallado y un poquito de sal. Separar las hojitas de unas ramas de tomillo fresco e incorporar a la mezcla anterior. Añadir la mantequilla a temperatura ambiente y cortada pequeños trocitos. Mezclar hasta que obtengamos una masa compacta.
Envolver en papel film y dejar en la nevera 30 minutos para que adquiera firmeza y sea más fácil de trabajar.
Extender sobre una superficie, aplanar con un rodillo hasta tener una capa del mismo grosor y utilizar un cortapastas con la forma que queramos. Yo prefiero poner la bola de masa entre dos trozos de papel siliconado e ir extendiendo la capa con el rodillo. De esta forma no se pega a la superficie de la mesa de trabajo.
Poner las galletas sobre una capa de papel siliconado en una bandeja e introducir en el horno previamente calentado a 180º, activando la placa superior e inferior de calor. Es difícil dar un tiempo determinado de horneado. En mi caso suelo estar pendiente del horno y me guío bastante por el color dorado.
Y ésto es todo. Unas galletas de queso muy ricas y sabrosas con ese toque a tomillo.
Os invito también a ver mi versión anterior de unas galletas con Galletas de queso cheedar con orégano. Dos opciones muy fáciles para un aperitivo perfecto.
Y como novedad, aquí os presento la versión podcast del post. Poco a poco os iré enseñando los cambios de esta nueva etapa. Espero que os guste.