Hoy vamos con otra receta adaptada de Jamie Oliver: una focaccia.
Normalmente la hago básica, sin nada, para que le pongamos lo que queramos al servirla. Como mucho con un poco de hierbas por encima y un poco de sal para darle un puntito.
Pero esta vez quise usar berenjenas, que me encantan, y estoy continuamente buscando lugares donde utilizarlas. La opción final fue contrastar esas berenjenas con un poco de queso, grana padano en este caso. Creo que estos dos ingredientes combinados quedan perfectos, tanto aquí como en una pizza, o en un pica pica.
Esta focaccia queda mullidita y esponjosa, pero crujiente por fuera. Es ligera y rica. En fin, un gustazo ;)
La receta base es la de pan que también utilicé en el pan de cerveza con semillas de amapola, cambiando la cerveza por agua.
Ingredientes para 2 focaccias grandes (unas 12 raciones):
– 250 gr de harina floja
– 250 gr de harina de fuerza
– 310 ml de agua templada
– 2 cucharaditas de sal
– 1 cucharada de miel
– 1 sobre de levadura seca de panadería
– 1/2 berenjena
– queso grana padano, parmesano o alguno de sabor fuerte y graso rallado
– hierbas provenzales
– aceite de oliva
Preparación:
1.- En panificadora, usaremos el programa de amasado. Pondremos los elementos líquidos primero: agua y miel; y después los secos: las harinas mezcladas, la sal y la levadura.
A mano: mezclaremos las harinas y las ponemos en un bol o en forma de volcán. Deshacemos la levadura en el agua templada junto con la miel. Añadimos la sal a la harina y vamos añadiendo la parte líquida. Mezclamos bien hasta que podamos amasar con las manos, lo que haremos durante unos 10 minutos. Dejamos la masa reposar en el bol tapado con un paño de algodón durante unos 90 minutos.
2.- Preparamos un par de fuentes rectangulares para el horno conpapel vegetal o una placa para el horno.
3.- Trabajamos un poco la masa con las manos, la estiramos y la colocamos en las fuentes, cubriendo todo el fondo. Hacemos con los dedos unos hoyos en la masa y la dejamos reposar en un lugar cálido unos 45-60 minutos.
4.- Preparamos la berenjena cortándola en rodajas finitas con un cuchillo o con la mandolina. Disponemos las rodajas que cortaremos por la mitad en un recipiente con un poco de agua y un puñadito de sal. La dejamos en remojo unos 20 minutos. Secamos las rodajas de berenjena con un paño de algodón o con papel de cocina.
5.- Pintamos la masa con un poco de aceite de oliva y la espolvoreamos con un puñadito de hierbas provenzales. Colocamos las medias rodajas de berenjena enroscadas como en pequeños cucuruchos en los hoyos que le hemos hecho a la masa (que reharemos si hace falta). Por último rellenaremos estos cucuruchitos con el queso rallado.
6.- Con el horno precalentado a temperatura máxima, pondremos las focaccias en la parte baja del horno y hornearemos durante unos 12 minutos.
Sugerencia:
Servir calentita, y con un chorrito de aceite de oliva virgen extra por encima.
¡Que aproveche!