Entiendo que hay que hacer espectáculo, pero me aburre que el espectáculo sea siempre el mismo, con ese tipo de tácticas de poner al límite a los concursantes. Pues ya veréis cuando adapten y pongan en España el Hell"s Kitchen, Cupcake Wars, Sugar Dome, The Taste, Iron Chef, etc., etc., etc... Al parecer es la moda, solo falta un reality con cocineros viviendo una ruptura sentimental, haciendo puenting o a saber qué ocurrencia será la próxima. Aunque de momento tenemos dos a la vista: el inminente casting de MasterChef España y con Deja sitio para el postre...
¿El próximo programa será un musical en la cocina?
Personalmente, bastante mala impresión me dejó Top Chef España que dejé de ver en su capítulo 3 por su formato excesivamente largo, aburrido y carente de interés (en el tiempo que dura un capítulo de Top Chef España, veo 2 de la versión genuina y siendo más amenos y con mayor poder de enganche) y porque los criterios y forma de juzgar el trabajo de los concursantes me parecen desiguales y desacertados... Todos sabemos que la exigencia es la madre de la excelencia, pero de ahí a ser la reencarnación de Clint Eastwood en El Sargento de Hierro hay un mundo. Desde que Chicote hizo del Gordon Ramsey a la española, parece que le ha gustado el papelito y no ha podido superarlo. Claro que Gordon Ramsey tiene 14 estrellas Michelín y en sus programas de recetas de cocina le he visto, pelar, cortar, cocinar, emplatar y dar buenos consejos. A Chicote con aquel Deseo Carnal de Canal Cocina, no recuerdo haberle visto hacer gran cosa porque todo lo tenía preelaborado, además de hacer ejercicios constantes de contaminación cruzada (toco la carne, cojo el trapito y sigo tocando el resto de los ingredientes, cojo el mismo cuchillo para todo y cuando acabo le paso el mismo trapito). En fin...Sobre este particular, no sé porqué en las Escuelas de Hostelería se insiste tanto en la normativa y aplicación de Seguridad e Higiene en la cocina cuando por la TV se las ponen de montera.
Con este panorama no sé si cuando vaya a un bar o un restaurante rehusar que me sienten cerca de la cocina. Igual escucho gritos propios de la niña del exorcista, a un sádico dando latigazos a los cocineros, o a Hannibal Lecter amenazando a los cocineros que se comera sus riñones si no sale la comanda en 2 minutos. De verdad, demencial...
Y por otro lado, porque en ninguno de estos programas veo el auténtico ingrediente de una buena cocina (sea doméstica o profesional) que es cocinar con amor y cariño, solo veo presión y prisas... Menudas compañeras de cocina son la presión y las prisas.
De nuevo, habrá efectos colaterales pero ya no quiero ni imaginarme cuales podrán ser...