La conferencia corrió a cargo de Assumpta Miralpeix, experta en nutrición infantil; Ada Parellada, restauradora y propietaria del restaurante barcelonés, Parellada, y el doctor Estivill, pediatra y amplio conocedor del mundo infantil.
Temas como la obesidad de los más jóvenes y su peligrosa escalada, las influencias de gastronomías ajenas a nuestras costumbres y el consumo de productos manufacturados centraron el eje de un debate en el que la preocupación por los alimentos que consumen nuestros pequeños y su directa repercusión en su salud, fueron los principales argumentos.
Aprender el hábito de comer
En su primera exposición, el doctor Estivill centró su discurso en los hábitos actuales del niño, algo que últimamente está cambiando, si bien, su fondo sigue siendo el mismo: aprender desde pequeño y de forma totalmente progresiva.Para el doctor, comer es una costumbre más y su procedimiento ha de ser progresivo con la finalidad de aprender a comer correctamente. Según Estivill, el niño, desde sus primeros días de vida, es sensible a todo aquello que ve y percibe, y copiará todo lo que hacen sus padres. Si éstos no se alimentan correctamente, es muy probable que acaben comiendo todo aquello que ven en su casa, lo que puede, en mayor o menor medida, perjudicar su salud.
La restauradora Ada Parellada, en su discurso, estableció que los pequeños tienen un tiempo concreto de adaptabilidad a los alimentos, de manera que no podemos forzarlos a ingerir todo tipo de productos desde el primer día, como si fueran adultos. Esta estrategia nunca resulta.
Por su parte, la experta en nutrición infantil, Assumpta Miralpeix, opina que cada niño tiene un aprendizaje totalmente distinto, y por ello, le daremos una alimentación adaptada a sus propias necesidades.
El entorno: transmitir nuevos sabores de forma divertida
Ada Parellada, restauradora, puede comprobar de cerca la educación alimenticia de los niños en el taller de cocina de su restaurante, donde realiza clases dirigidas a los más pequeños. En él, los más jóvenes disfrutan inventando platos que, posteriormente comen con ilusión y satisfacción. Según Parellada, ésta es una de claves para educar a los niños en la cocina, creando un entorno agradable para que el sabor de los nuevos alimentos vaya entrando poco a poco, de forma natural. Una manera de transmitir nuevos productos de forma divertida y amena.Parellada establece que es importante enseñar el proceso, la cocción de los alimentos y su elaboración porque, con ello, acaban comiendo de todo. Según la restauradora, nosotros somos guías y hemos de saber guiar a los niños, enseñándoles la diversidad de artículos que existen en los mercados.
Nuevos hábitos, menos tiempo para cocinar
Estivill incide en el tema de acostumbrar mal al niño. Los hábitos han cambiado, los padres, hoy en día, no tienen demasiado tiempo para cocinar elaborados platos, como antiguamente, y, cuando llegan a casa, lo primero que hacen es preguntar al niño: ?qué quieres cenar? Según el doctor, lo primero que se debe hacer es comprobar si el niño ya ha merendado y si tiene suficiente hambre, pues la tendencias marcan que damos excesiva comida a nuestros hijos, y eso puede ser una de las causas que provoca el aumento de la obesidad. Una cocina controlada y sin excesos es el mejor de los hábitos para nutrirse correctamente.Assumpta Miralpeix también opina que, actualmente, nuestros hijos están muy mimados en el sentido que se les da de comer lo que ellos realmente quieren. Para Miralpeix, alimentación es igual a educación, es igual a constancia. Y ésta ha de ser el primer eslabón en la cadena de prioridades para los pequeños, más allá de las mil actividades diarias que realizan.
La nutricionista piensa en un futuro cercano, ya que establecer una buena educación y ofrecer una alimentación equilibrada es pensar en el futuro, con el fin último de curar muchas enfermedades, derivadas de una mala y descuidada alimentación, tales como el sobrepeso, la hipertensión, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares...