Se acerca San Valentín y habrá que pensar en celebrarlo de alguna manera, ¿por qué no?. Ya sé que se tiene que celebrar todos los días y esas cosas, pero con el trabajo, los niños, la casa, el blog, las redes sociales, etc? andamos siempre super atareados, así que no está mal que un día al año (mejor que sean mas) nos sentemos con nuestra pareja tranquilos para celebrar lo que nos queremos, alrededor de una bonita mesa, con una buena cena y una botella de buen vino o cava.
Yo no hago nunca regalos, pero sí que me esmero especialmente para que ese día sea un poco especial y la receta de hoy es muy apropiada para una cena ?tête a tête?. Además es un plato afrodisiaco, en serio, no tanto por sus ingredientes, si no porque se come con las manos y no hay nada más sexy que esto, no en plan guarro, se entiende, sino con delicadeza. Podéis hacer la prueba: cogéis un langostino con dos dedos, los introducís suavemente en la salsa, os lo lleváis a los labios y lo saboreáis con un ?huummm? cerrando los ojos, lo mordisqueáis mientas miráis pícaramente a los ojos de vuestra pareja, luego se lo pasas para que se lo termine besando vuestros dedos?. y ya me contaréis que cara se le queda.
Nota: Si eres chico es mejor hacerlo a la inversa: primero se lo ofreces a ella y luego te lo terminas tú. Cuestión de protocolo ;)
INGREDIENTES (Para 2 personas)
12 langostinos
Un trozo de calabaza
Una taza de harina
Una taza de fécula de maíz (maicena)
Una cucharadita de levadura química
Agua helada
Sal y pimienta
Aceite para freír
Para la salsa roja
2 pimientos morrones
1 diente de ajo
2 anchoas en salazón
3 cucharadas de tomate frito
40 gr de vinagre blanco
30 gr de azúcar
Sal
Aceite de oliva
PREPARACIÓN
Trocear los pimientos y quitarles las semillas.
Poner en una sartén grande un buen chorro de aceite de oliva, las anchoas y el ajo troceado, y dorar todo un poco.
Añadir los pimientos y rehogar hasta que estén tiernos.
Incorporarel tomate, el vinagre, el azúcar, tapar y cocinar a fuego lento 20 minutos.
Triturar y rectificar de sal, reservar.
En un bol poner las harinas, la levadura y añadir agua helada poco a poco hasta conseguir una masa no demasiado liquida. También podemos hacerla con antelación y meterla en la nevera antes de utilizarla y un truco es añadirle un cubito de hielo mientras la estamos utilizando para mantener el frío.
Pelar los langostinos dejándoles la cola.
Trocear la calabaza en bastones.
Salpimentar ambos.
En una sartén profunda poner abundante aceite y cuando esté muy caliente ir añadiendo los langostinos y la calabaza previamente sumergidos en la masa.
No hay que hacerlos mucho, tienen que quedar blancos y crujientes.
Servir acompañados de la salsa roja y salsa de soja.
Hay que ir calentando motores, nunca mejor dicho y reservar esa noche, meter a los niños en la cama o ponerles una película y, aunque sea en la cocina de nuestra casa, poner unas velas y disfrutar de una cena "juguetona".
Besitos