Bueno hoy no hace falta traer frescor porque parece mentira que estemos en mayo, que el fresquito de la calle es de aupa. Por lo que encender el horno no es ningún problema, la verdad es que hasta se agradece.
Por lo que quien quiera unas magdalenas cítricas y no le tenga miedo al horno, ya sabe, que siga leyendo que la receta que os propongo os va a gustar mucho.
Esponjosas magdalenas con el toque justo de acidez y de dulzor, porque en el equilibrio está lo mejor.
Venga que no queda nada para el finde.
INGREDIENTES (9 grandes):
150 gr azúcar blanco
ralladura 1 limón
160 ml leche templada
15 ml zumo de limón
60 ml aceite
2 huevos
1 cucharadita de vainilla
185 gr harina
30 gr maizena
2 cucharaditas levadura
1/2 cuchara
dita sal
Almíbar:
3 cucharadas de azúcar
3 cucharadas zumo limón
PREPARACIÓN:
Mezclamos la leche con el zumo y dejamos reposar unos 10 minutos para conseguir suero de leche.
A parte mezclamos el azúcar junto con la ralladura, muy bien mezclado para que la ralladura suelte bien el aroma y sabor para que se impregne en el azúcar.
A parte vamos a batir el suero junto con el aceite, los huevos y la vainilla, una vez bien mezclados lo unimos al azúcar aromatizado.
Ya solo nos queda agregar los ingredientes secos tamizados: harina junto a la maizena, levadura y sal.
Lo mezclamos todo bien y vertemos en las capsulas elegidas que tendremos en bandeja de magdalenas. Llenamos las 3/4 partes y metemos en el horno precalentado a 200ºC durante 15- 20 minutos, dependerá del molde elegido, por lo que pinchar con un palillo hasta que salga limpio, entonces está bien hecho.
Mientras en un cazo ponemos el azúcar y el zumo a fuego medio hasta que se deshaga el azúcar y se forme un almíbar.
Sacamos y dejamos enfriar en el molde, pinchamos 3- 4 veces con un palillo y agregamos con ayuda de una cuchara el almíbar.