Para aprovechar restos que tenía en casa de harina de espelta blanca y leche de almendras he preparado estas ricas magdalenas a las que les he añadido un par de plátanos muy maduros que ya nadie quería.
Al no usar leche de vaca estos dulces son aptos para intolerantes a la lactosa, pero podemos usar cualquier tipo de leche, como ya os he dicho, era por aprovechar unos restos.
He seguido los consejos que he leído en Internet sobre lo de dejar reposar la masa en la nevera. Nunca lo había hecho hasta hoy, pero no he notado diferencia con respecto a las magdalenas que preparo habitualmente, asi que si queréis hacerlas nada mas acabar la elaboración de la masa, adelante. Ya me contaréis.
INGREDIENTES:
2 plátanos maduros
3 huevos
40 ml de leche de almendras
125 gr de azúcar
125 ml de aceite de girasol
120 gr de harina de espelta blanca
½ sobre de levadura química
Ralladura de limón
50 gr de pepitas de chocolate negro.
PREPARACIÓN:
Blanqueamos los huevos con el azúcar 3 minutos a velocidad 4.
Agregamos la leche y el aceite y la ralladura de limón y batimos 30 segundos a velocidad 4. Incorporamos los plátanos troceados y trituramos 20 segundos a velocidad 4. Ponemos la harina y la levadura en un colador grande y la añadimos al la mezcla tamizándola. Mezclamos bien 30 segundos a velocidad 4 y vertemos la mezcla en un recipiente para que repose un par de horas en la nevera.
Sobre un molde rígido ponemos las cápsulas de magdalenas y echamos la masa encima sin llegar hasta el borde. Colocamos unas pepitas de chocolate y un pellizco de azúcar encima.
Precalentamos el horno a 225º con calor solo abajo y metemos las magdalenas. Ahora bajamos el calor a 200º. Horneamos unos 15 minutos, con cuidado de que no se nos quemen.
Todo el proceso se puede hacer con una batidora eléctrica. Es sencillo.
Primero blanqueamos los huevos con el azucar.
Luego añadimos la leche, la ralladura de limón y el aceite y batimos un poco antes de agregar los plátanos troceados. Trituramos.
Tamizamos la harina con la levadura. Batimos toda la mezcla bien,
Vertemos la masa en capsulas de magdalenas pero las ponemos sobre un molde rígido de metal o silicona para que las magdalenas crezcan hacia arriba. Ponemos unas pepitas de chocolate si queremos, y un pellizco de azúcar.
Horneamos y al sacarlas las dejamos unos minutos en el molde antes de dejarlas enfriar en una rejilla.
Unas magdalenas estupendas, con estas cantidades os salen unas quince.
¿Qué os parece? Apetitosa, ¿verdad?