Aunque parecen donuts, no tienen nada que ver. Se trata de unas rodajas de manzana que hemos rebozado en masa de tortitas o pancakes. El contraste de sabor atrapa y la textura quedará un tanto crujiente. Con esta receta también aprenderás a hacer pancakes y la denominada buttermilk o leche agria. ¡Manos a la obra!
Desde que vi la foto del paso a paso de unas manzanas rebozadas en el facebook de Monsterchefs sabía que tenía que hacerlo. Aunque en esa infografía no se señalaba en qué tipo de masa se rebozaba, opté por hacerlo en una tipo pancake. También valdría una masa de tempura, por ejemplo, todo es probar.
El resultado me gustó mucho, la acidez de la manzana combina muy bien con el dulzor y el sabor lácteo de la masa de tortitas, y luego al final con ese toque de canela. Por dentro, la manzana queda entre blanda y crujiente.
En esta receta también incluyo cómo hacer las tortitas o pancakes. La masa lleva leche agria o la llamada buttermilk, también te explicaré cómo se hace y, además, al final del post haré un comentario sobre qué es exactamente el buttermilk y qué ventajas aporta su uso.
Coge papel y lápiz y ¡apunta la receta de estas manzanas rebozadas!
Ingredientes:
3 manzanas Royal Gala (o la que más te guste)
150 g de harina
1 huevo (L)
300 ml de leche agria o buttermilk (más abajo encontrarás cómo hacerla)
50 g de azúcar
1 cucharadita de levadura química tipo Royal
1/2 cucharadita de bicarbonato sódico
2 cucharadas de mantequilla derretida
1 cucharadita de esencia de vainilla
1 pizca de sal
Aceite de girasol para freir
Azúcar y canela para espolvorear
Para la leche agria o buttermilk:
300 ml de leche
5 cucharadas de zumo de limón
Preparación de las rodajas de manzana rebozadas en masa de tortitas:
1. Hacemos la leche agria o buttermilk: mezclamos la leche con el zumo de limón. Removemos y dejamos reposar 10-15 min. Pasado el tiempo, verás que la leche está cortada. No te asustes, mezcla bien y reserva.
2. Hacemos la masa de tortitas o pancakes: mezclamos en un bol grande y con unas varillas el buttermilk, la harina, el azúcar, el huevo, la levadura, el bicarbonato, la mantequilla derretida, la vainilla y la sal. Tiene que quedar una masa algo espesa. Podemos ajustar con más harina o con más leche.
3. Cortamos las manzanas en rodajas: lavamos bien las manzanas, las descorazonamos y las cortamos en rodajitas de 1 cm.
4. Rebozamos las manzanas y freimos: pasamos las rodajas de manzana por la masa de pancake y freimos en aceite caliente hasta que cojan color. Las retiramos a un plato con papel de cocina para que absorba el aceite sobrante.
5. Pasamos las rodajas de manzana fritas por azúcar y canela. ¡Listo!, ahora tan solo hay que hincarle el diente. Recomiendo que se tomen en templado. Aunque frías no están mal, quedan mejor recién hechas.
Nota: si te sobra masa de tortitas, no la tires, puedes guardarla en la nevera un par de dias y hacer unos deliciosos pancakes para el desayuno o la merienda.
¿Qué es exactamente el buttermilk? ¿Para qué lo utilizamos?
El auténtico buttermilk es el suero de la mantequilla, es decir, el suero que queda después de batir la nata (crema de leche) para producir mantequilla. También se le conoce como mazada.
El buttermilk (el auténtico, insisto) es de color blanco-amarillento, tiene un bajo contenido en grasa y debido a un proceso de maduración desarrolla un sabor lleno de matices y un tanto agrio.
En época de escasez y a raíz de la II Guerra Mundial, se desarrolló la imitación del buttermilk, esto es, un producto a base de leche que se fermenta con bacterias lácticas hasta quedar una leche ácida y algo espesa (parecido a un yogur líquido).
Pero siguiendo con las imitaciones, se ha difundido mucho la receta casera del buttermilk, en donde se pone en contacto a la leche con un elemento ácido (zumo de limón). Digamos que con esta técnica (que la hemos hecho hoy en la receta) cogemos un atajo para obtener un producto parecido al original.
¿Para qué se usa el buttermilk? El ácido hace que las proteinas de la leche coagulen, de tal manera que se obtienen productos más esponjosos y se mejora el sabor, sobre todo a la hora de hacer bizcochos.
¡Espero que te animes con la receta!
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Fuente: este post proviene de El Saber Culinario, donde puedes consultar el contenido original.
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