Hoy os traigo un postre bastante generoso, fácil de realizar, donde podéis sustituir las frutas que contiene, por cualquier fruta que tengáis perdida por vuestra nevera.
El puntazo del postre es poner azúcar de oro, pero si no tenéis con sustituirlo por azúcar normal, chocolate rallado, nata (crema de leche), o lo que se os ocurra, os quedara algo estupendo igualmente.
NOTA: la verdad es que para que quepa en la tripa, este postre tiene que acompañar una comida o cena escueta, o en lugar de hacerla para dos comensales la podéis repartir entre cuatro comensales.
Ingredientes (2 personas):
1 raja de sandía
1 raja de melón
1 kiwi
2 yogures naturales (sin azucarar)
2 cucharadas soperas de azúcar
Azúcar de oro
Preparación:
La idea de este postre es sorprender en la mesa, por lo cual primero colocamos en yogurt en el fondo del plato, para taparlo después con la fruta y que al final, se lo encuentren nuestros comensales.
Cortamos la raja de sandía (no muy grande), desechamos su cascara y la cortamos a cuadraditos que repartiremos en dos cuencos, colocándolas sobre el yogurt, colocándola alrededor de las paredes del cuenco, dejando espacio en el centro para la raja del melón.
Cortamos la raja de melón (tampoco muy grande), desechamos las pepitas y la cascara y también la cortamos a cuadraditos de similar tamaño que los de la sandía.
Pelamos y también troceamos a cuadraditos el kiwi, colocándolo sobre la sandía con un poco de gracia.
Ahora sobre cada cuenco colocaremos una cucharada rasa de azúcar, procurando solo colocarla sobre la sandía y el kiwi.
Después espolvoreamos sobre el melón el azúcar de oro generosamente, sin importar que manche la sandía ni el kiwi.
Reservar en el frigorífico hasta la hora de servir.