También se pueden saborizar y darle un toque extra, que es lo que vamos a hablar hoy, yo tengo 2 sabores de mi preferencia, la clásica milanesa, a la provenzal y una más propia, por así decirlo, al “masala”. Ese condimento de 5 ingredientes que cada uno tiene su propia receta, aunque sinceramente no le puedo decir que no a ninguna preparación de milanesas, salvo las de soja que mi religión “milanesística” (?) no me lo permite.
En esta publicación no pretendo dar la receta de las milanesas, ni de su verdad tan misteriosa, sino de cómo potenciar su sabor.
Milanesa, ahora si potenciemos su sabor
La forma de saborizar es muy simple, la clásica es agregar al huevo los condimentos deseados.
Pero si queremos ir un poco más allá podemos jugar en el momento del rebozado en el pan rallado que utilicemos mezclarle el sabor deseado o se le puede poner queso rallado, o hasta copos de maíz que van a dejarlas más crocantes.
Si tenés un sabor húmedo como puede ser mostaza, obviamente se va a poner en el huevo para que el pan rallado no sea un “pastiche”.
Condimentos hay muchos, las combinaciones posibles son infinitas, te invito a jugar con los distintos sabores, y que me cuentes cuales es tu milanesa preferida.