¿A quién no le gusta una buena hamburguesa? Si había algún rezagado que no perteneciese al club de los fans hamburgueseros, ahora lo tiene muy difícil porque desde hace unos años la cosa va mucho más que de carne.
A mí me encantan las hamburguesas vegetales, o veggies si sois más chic, pero las que combinan carne y vegetales también son mi perdición. Probé por primera vez una versión de estas de pollo y zanahoria cuando las compré en un supermercado y me gustaron tanto que no me pude resistir a hacerlas en casa. ¡Queda inaugurada la fiesta de la minihamburguesa!
¿Qué necesito?
200 gr de carne picada de pollo
4 zanahorias grandes
1 huevo
sal
pimienta
pan para minihamburguesas
aceite para freír
complementos al gusto: lechuga, cebolla morada, queso...
¿Cómo lo hago?
Pelamos y cortamos las zanahorias en trocitos del mismo tamaño y la cocemos en agua con sal hasta que esté blanda. Colocamos la zanahoria cocida en un bol y la deshacemos con ayuda de un tenedor. Agregamos la carne picada de pollo y con ayuda de una espátula mezclamos todo bien hasta obtener una masa homogénea.
Salpimentamos la mezcla y añadimos un huevo batido. Mezclamos muy bien todos los ingredientes hasta conseguir una masa lisa. Cubrimos con papel film el bol y dejamos reposar la masa en el frigorífico entre 1 y 2 horas.
Transcurrido este tiempo, formamos las minihamburguesas intentando que sean todas más o menos del mismo tamaño y tomando como referencia el tamaño del pan. Para ayudarnos un poco, nosotras hemos empleado un aro para que todas saliesen del mismo tamaño.
El siguiente paso es freír las hamburguesas a fuego medio para que se hagan bien en el interior y colocarlas en medio del pan junto con aquellos ingredientes con los que hayáis decidido aderezar las minihamburguesas. En este caso, les hemos añadido cebollada morada, lechuga y queso tierno... pero podéis dejar volar vuestra imaginación y crear combinaciones más o menos picantes, más o menos atrevidas, porque estas minihamburguesas tienen un sabor muy suave que combina con todo.
Fuente: este post proviene de Vuelta y vuelta, donde puedes consultar el contenido original.
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