Desde hace algo más de dos años, con la llegada a casa de una máquina para hacer pan casero, nos animamos a realizar diferentes tipos de pan.
El primero además de tener forma de de pan de molde, quedó como una piedra de duro, cocido dentro de la propia máquina.
Poco a poco, fuimos mejorando la técnica y lo que hacíamos, era en el ultimo
momento colocarlo al horno par que quedara más dorado.
Hace un año, dejó de funcionar, pero si que conseguimos hacer la masa base y eso nos permite preparar la masa, que luego la damos forma y la colocamos al horno, para obtener un delicioso pan casero, además de tener la casa con el perfume del horneado del pan.
Hemos hecho pan normal, integral, con nueces (el de la foto lo es), con queso y orégano, etc.
Últimamente nos hemos inclinado por colocar sésamo sobre la masa, aunque a veces ponemos cebada o simientes de amapola.
Este pan de la foto, pesaba al acabar 950 grs. aproximados.
Ingredientes:
365 cc de agua
2 cucharaditas de cafe de sal
620 gr. de harina de fuerza.
1 sobre de levadura para el pan.
Si deseas añadir por ejemplo nueces colocar un puñadito a trocitos.
Como lo hacemos
Todo junto en la cubeta de la panificadora, amasando hasta que se hace una bola que no se pega a las paredes. A partir de ese momento lo tapamos y reposa durante min. 2 horas, veremos que va aumentado de tamaño hasta más del doble de la bola de inicio.
Cuando ya está fermentado, pongo un poco de harina sobre papel de cocina para el horno, lo extiendo y vuelco la masa. Es el momento de darle forma en alargado redondo, o en porciones.
Yo acostumbro a realizar el pan casero de forma alargada, parece que luego al cortarlo es más fácil.
Mojo un poco la mano y lo paso por la parte superior, mojándo la masa ligeramente, esto es para que al poner el sesamo o cualquier cereal, se quede enganchado.
Con un cuchillo bien afilado, le hago los cortes y ya está preparado para entrarlo al horno.
En el horno precalentado a 180º coloco la bandeja del horno con agua para que vaya haciendo vapor, por encima, en la rejilla coloco el pan y durante aprox. media hora, permanece en el mismo. Vigilando que adquiera un bonito color y la sensación de que esté bien cocido.
Desde que hago lo del agua, la corteza ha quedado más crujiente.
Como veis no es complicado.
También se puede realizar sin necesidad de máquina, ya que en un recipiento, ponemos los ingredientes y lo amasamos hasta conseguir que todo esté bien mezclado y nos quede como una bola. A continuación lo dejamos en un recipiente grande y le tapamos para que puede fermentar.