Pese a los beneficios para nuestra salud que nos aportan los plátanos maduros, (cabe recordar que a sus propiedades anti-cancerígenas hay que sumar su alto contenido en vitaminas A, C y K, fundamental para la coagulación de la sangre, y en potasio, beneficioso sobre todo para aquellas personas con problemas de hipertensión), no a todos nos agrada el aspecto o textura de los mismos. Así que ni se os ocurra tirar esos plátanos medio pochos que tenéis en el frutero, no renuncieis a esos beneficios que ofrecen ya que son muchas las recetas donde podréis utilizarlos y darles salida; helados, bizcochos o incluso éste magnífico PAN DE PLÁTANO que estoy seguro hará las delicias de los amantes de ésta fruta.
No se trata de un pan al uso a pesar del nombre, es más bien un bizcocho con una textura cercana al pudin y con una jugosidad, humedad, aroma y sabor increibles que lo hace ideal tanto para desayuno, como para merienda o postre.
Una receta básica a la que podéis dar vuestro toque personal añadiendo nueces, pepitas de chocolate o cualquier otro ingrediente al gusto.
INGREDIENTES:
3 plátanos maduros y grandes.
2 huevos tamaño "L"
80 grs. de mantequilla.
100 grs. de azúcar.
220 grs. de harina de repostería.
1 sobre de levadura "Royal".
1 cucharadita de canela.
1 pizca de sal.
PREPARACIÓN:
Batimos la mantequilla a temperatura ambiente junto con el azúcar hasta conseguir una masa uniforme.
Aplastamos los plátanos con un tenedor, haciéndolos puré.
Batimos los huevos y los mezclamos con el plátano.
A continuación, añadimos la mezcla anterior a la de mantequilla y azúcar, batiendo bien hasta conseguir que queden bien integrados todos los ingredientes.
Vamos añadiendo poco a poco la harina previamente tamizada junto con la levadura, sin dejar de mezclar hasta obtener una masa uniforme.
A continuación, en un molde de plumcake engrasado con mantequilla, vertemos la mezcla y horneamos a 180º durante unos 50-60 minutos aproximadamente, o hasta que al pincharlo con un palillo, veamos que éste salga limpio.
Desmoldamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.