Es una receta en la que no os descubro nada y que están muy ricas. Es una receta muy simple y a la que me costo cogerle el tranquillo. Al principio de empezar a cocinar cuando me case, no había manera de pillar el punto. O me salían crudas porque no estaban el tiempo suficiente en el horno, o se me quemaban o tostaban demasiado porque me pasaba de horno.
Menos mal que el tiempo y la experiencia me han ayudado a mejorar y ya me salen mejor. Y ahora les doy el toque picantón que tanto les gusta a mis chicos.
Ingredientes (4 personas):
3 patatas grandes
un chorrito de aceite
sal
pimentón dulce/picante (al gusto de cada uno)
Preparación:
1.- Precalentamos el horno a 180º
2.- Lavamos las patatas sin pelar, frotando bien para quitar todos los restos de tierra que puedan tener.
3.- Después las cortamos a lo largo, sacando tres rodajas de cada patata, a los que haremos un cortecitos longitudinales.
4.- Colocamos las rodajas en una bandeja con papel de hornear y las rociamos con el aceite, les echamos la sal y el pimentón.
5.- Metemos en el horno caliente de 20 a 30 minutos por abajo.
El tiempo del horno va a depender del tipo de patata, pincharlas para comprobar que están cocidas. También influirá el horno, ya que todos no son igual de potentes.