Los pimientos verdes rellenos constituyen uno de los platos más tradicionales de la gastronomía malagueña. En casi todas las casas se suelen preparar los días de fiesta o para disfrutar con la familia o los amigos. Parece un plato muy elaborado pero en realidad es bastante sencillo. Solo hay que tener un poco de paciencia y esmero en la cocina.
Ingredientes:
6 pimientos verdes
1/2 Kg de carne de ternera picada
1/2 Kg de carne de cerdo picada
3 huevos
un trozo de miga de pan cateto "asentao"
1 vaso de leche
125 gr de jamón serrano en taquitos
1 cebolleta
azafrán en hebras
pimienta negra
5 dientes de ajo
un manojito de perejil
pan rallado
un puñadito de almendras
1 limón
Caldo de pollo
aceite de oliva
Sal
Cuando compremos los pimientos debemos escoger los que tengan una boca amplia y estén rectos para poder rellenarlos con facilidad.
Ponemos a remojar la miga de pan con el vaso de leche.
En un recipiente amplio de cocina colocamos las carnes picadas, la cebolleta muy finamente cortada, el jamón serrano junto con un "majaíllo" que habremos hecho con 2 dientes de ajo, unas hebras de azafrán, pimienta negra, un poco de perejil y sal.
Añadimos 2 huevos y mezclamos bien.
Agregamos la miga de pan empapada en leche y trabajamos bien el conjunto hasta obtener una mezcla homogénea para rellenar nuestros pimientos.
Cortamos con cuidado la parte superior de los pimientos, vaciamos de semillas y los rellenamos.
Pasamos por huevo batido.
Después del huevo los pasamos por pan rallado.
Solo rebozamos la parte superior de los pimientos.
Los ponemos en una sartén con un poco de aceite de oliva y los freímos.
Con cuidado los colocamos en una tartera o cacerola de base amplia.
Para hacer la salsa freímos unas almendras.
Majamos los 3 dientes de ajo, las almendras, un poco de azafrán en hebras, perejil, pimienta negra y sal. Le añadimos el zumo de un limón al "majaíllo".
Cubrimos los pimientos con caldo de pollo y le agregamos el "majaíllo". Personalmente, en la salsa de los pimientos me gusta que se noten los tropezones de las almendras. Si preferís que la salsa quede más fina tendréis que majar más las almendras o incluso pasarlas por la batidora.
Dejamos hervir a fuego suave dándoles la vuelta con cuidado un par de veces hasta que veamos que la salsa se ha reducido.
Se sirven calentitos y se pueden acompañar con unas patatas fritas.