Para hoy te he preparado un postre pre-primavera que te va a encantar. Un planazo que seguro repetirás esta temporada porque va a gustar a todo el mundo.
Se trata del exquisito postre Pavlova. Su nombre hace honor a la bailarina rusa Anna Pavlova. Es un pastel crujiente por fuera y muy cremoso en su interior. El origen del postre es desconocido. Nueva Zelanda y Australia reclaman la propiedad de la receta, yo prefiero no meterme en estos líos así que paso a contarte cómo se puede hacer. Es súper sencilla y rápida de preparar, allá va:
Merengue:
- 2 claras de huevo
- 100 gr de azúcar
- 1/3 cucharada de maicena
- 1/3 cucharadita de vinagre blanco
Relleno:
- 250 ml de nata (crema de leche) para montar
- 1 cucharada de azúcar
- Fruta de temporada
Primero calienta el horno a 175ºC. En un bol, bate las claras de huevo a punto nieve y, poco a poco, ve añadiendo el azúcar. La idea es que quede bien blanco y brillante. Una vez que veas que va cogiendo textura puedes añadirle la maicena. Lo mezclas bien, y por último, añade el vinagre. Se revuelve hasta que todo esté perfectamente integrado y se extiende en una bandeja (recuerda colocarle papel de hornear para que no se pegue).
Coloca la bandeja en la parte inferior del horno y baja la temperatura a 120º C. La cocción dura aproximadamente una hora, una hora y cuarto. Recuerda que debe quedar crujiente por fuera y blando por dentro. Cuando veas que ya ha transcurrido el tiempo apaga el horno y deja la bandeja en el interior con la puerta entreabierta hasta que se enfríe completamente.
Para el relleno solo deberás montar la nata (crema de leche) y lavar la fruta que quieras poner. Como puedes ver en las fotos yo utilicé fresas. Se coloca la nata (crema de leche) encima del merengue y luego las frutas. Yo hice una versión más pequeña porque preferí hacer el postre de dos pisos, tan solo dividí el merengue en dos en la bandeja y listo.