Es que no lo puedo remediar, soy golosa por naturaleza y no solo golosa, sino agonías, porque no me conformo con un solo dulce, si puedo más de uno.
Y cuando más me entran las ganas de dulces es después de comer. Sentarme un rato y empezar a pensar que tengo en la despensa es todo uno y hoy resulta que no tenía nada, cosa extraña porque siempre tengo alguna cosilla.
Pero esto no me ha detenido y con unas rebanadas de pan de molde y un bote de nutella he preparado estos rollitos que han caído rápidamente.
INGREDIENTES: (para seis rollitos)
6 rebanadas de pan de molde
1 bote de nutella (sobrará mucho)
1 huevo
1 vaso de leche
100 gr de azúcar + 3 cucharadas de canela
Aceite de girasol para freír
PREPARACIÓN:
Aplanamos las rebanadas de pan de molde con un rodillo (previamente le quitamos los filos)
Untamos generosamente de nutella toda la rebanada, sin llegar al final.
Enrollamos y sujetamos un momento con dos palillos para que sujete la forma.
Pasamos los rollitos por leche, rápidamente si que se empapen.
Pasamos ahora por el huevo batido.
Y por último pasamos los rollitos por la mezcla de azúcar y canela y los rebozamos.
Freímos en abundante aceite de girasol caliente y los dejamos enfriar sobre un plato.
Le quitamos los filos al pan y lo aplanamos con un rodillo, sin que se rompan.
Untamos bien de nutella, sin llegar a los bordes.
Enrollamos y sujetamos con un par de palillos. Solo un rato, enseguida cogen la forma.
Ahora los pasamos por leche, solo mojar, no dejéis que se empapen o se romperán.
Y después por huevo batido. Veis, ya no se necesitan los palillos,
Por ultimo, las rebozamos en azúcar mezclada con canela.
Y los freímos en abundante aceite caliente. Hasta que los veamos dorados. Al sacarlos, no los pongáis sobre papel absorbente pues se pegarán.
Unos rollitos dulces, buenísimos.
El rebozado de azúcar y canela se carameliza al freírlos y deja una costra crujiente y dulce por fuera.
Por dentro, tiernos y con el sabor de la crema de chocolate.
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