INGREDIENTES:
- 1 jarro de aceite
- 1 jarro de vino
- 1 pizca de canela molida
- 1 buen puñado de matalahuva (anís en grano)
- 1 buen puñado de ajonjolí (semillas de sésamo)
- 1 puñado de azúcar (para la masa)
- harina (la que admita la masa)
- 2 sobres de levadura (opcional)
- azúcar glas para envolverlos.
ELABORACIÓN:
Primero se frie el aceite con un trozo de cáscara de limón.
Cubrimos la bandeja de horno con papel de hornear o con papel de alumnio.
Mezclamos en un bol: Primero el vino y el aceite frito, luego el azúcar (2-3 cucharadas), después la matalahuva y el ajonjolí, y por último, la pizca de canela. Lo mezclamos todo bien con las manos.
Vamos agregando a la masa la harina poco a poco y seguimos amasando hasta que la masa se pueda manejar con las manos. Entonces paramos de echar harina y podremos comenzar a hacer los roscos.
Para hacer los roscos, nos mojamos la mano en un poco de aceite de oliva, hacemos una bolita y con el dedo hacemos un agujero dentro de la bolita. Vamos dándole forma al rosco con las manos, y cuando esté a nuestro gusto, los colocamos en la bandeja de horno.
Metemos al horno precalentado a 180º con calor solo abajo. Dejamos cocinar hasta que estén crujientes por fuera, vigilando de que no se quemen.
Una vez listos, los sacamos de horno y los pasamos por azúcar glas, cuando aún estén calientes los roscos, para que el azúcar se pegue mejor.
Dejamos enfriar y listo.