Les tenía unas ganas, sí, porque en las cajas de dulces navideños siempre vienen pocos, y juntos con las almendras rellenas, los roscos al vino me encantan. Para mi es la receta de Navidad por excelencia.
No tengo recuerdos de hacer nunca, y es que no son ni típicos en Baleares, ni en La Mancha, los roscos al vino son Malagueños, o eso tengo entendido.
A muchos la Navidad les sabe a canela, o a jengibre, a mi me sabe a anís, en general cualquier dulce que lleve anís me encanta, otro ejemplo de ello es la coca de anís mallorquina o coca de Nadal.
No sé porque he tardado tanto en hacerlos porque son bien sencillos de hacer, y hacer roscos al vino llevan poco más de una hora, así que si como yo sois fanáticos de este dulce de Navidad, ¡Estáis tardando!
Versiones hay varias, que si tostar la harina, que si no, que si mistela, que si vino dulce de Málaga, que si ajonjolí tostado, que sin tostar… mi versión tuesta la harina y el ajonjolí, y lleva, como buen dulce malagueño que es, vino dulce de Málaga. Hay quienes incluyen un poco de almendra tostada en la masa y canela.
Tiempo Total: 1H 10M
Dificultad: Fácil
Comensales: 11 roscos
Ingredientes
150 gr de harina
50 gr de manteca de cerdo a temperatura ambiente
60 gr de vino dulce de Málaga
70 gr de azúcar en polvo
ralladura de una naranja
20 gr de sésamo o ajonjolí
5-10 gr de anis en grano (semillas de matalhuva)
Para rebozar azúcar glass o azúcar en polvo.
Instrucciones: En una sartén ancha vamos a tostar la harina, para ello ponemos la sartén la fuego y la harina dentro y vamos removiendo hasta obtener un bonito color dorado. Con cuidado de que no se queme para que no queden sabor amargo. Una vez tostada la harina la pasamos a un recipiente. Limpiamos la sartén con un paño o papel de cocina y allí mismo tostamos las semillas de ajonjolí o sésamo. Para evitar que se quemen, es ideal ir moviendo la sartén con movimientos circulares constantemente, bastan 3-4 minutos. Tamizar la harina tostada ¡Obligatorio!, añadir la ralladura de naranja, el azúcar, el ajonjolí tostado y las semillas de anís, que habremos pasado por un mortero previamente. Mezclamos los ingredientes secos, y añadimos la manteca y el vino. Con un tenedor comenzamos a homogeneizar y luego, cuando tengamos como gramos de arena mojada, pasamos a hacerlo con las manos hasta conseguir una bola de masa. La ponemos sobre papel de hornear en la superficie de trabajo, y sobre esta, otro papel de hornear, y estiramos con 1 o 1,5 cm de grosor. Luego con dos cortadores, uno grande y otro pequeño vamos formando los roscos. La masa que sobre la reagrupamos y la volvemos a estirar para formar más roscos al vino. Los roscos los pasamos a la bandeja de hornear, no hace falta poner papel de hornear, y horneamos a 170ºC durante 12-14 minutos. Dejamos enfriar unos minutos en el bandeja y luego pasamos a una rejilla. Cuando estén fríos del todo los rebozamos con azúcar glass, mejor si es de la comprada. Se conservan muy en un lata, es tradición envolverlos en papel para que no pringoteen todo con el azúcar. Puedes doblar cantidades o triplicar, porque sale muy bien, depende de cuantos quieras hacer. Que los disfrutes!
Source:
ha sido publicado originalmente en Cocinando con CatMan. Puedes seguirme también en Twitter, Facebook y Google+.