Estamos en plena Semana Santa y ya hemos empezado de lleno a preparar los dulces de los que van a disfrutar nuestras familias. Yo hoy vengo con la última receta dulce especial de Semana Santa de este año. Ya tengo publicada desde hace años la receta de los roscos fritos de mi casa, los de mi madre, los que siempre hago. Pero este año quería probar una nueva receta y ésa es la que os traigo hoy, la receta de rosquillos de naranja de mi amiga Ana María. La gran diferencia entre los dos es que los míos llevan un baño de agua y anís después de fritos, lo que hace que la corteza esté también blandita, aunque los que os traigo hoy están más blanditos por dentro, aunque la corteza está más crujiente al no tener el baño posterior. Éstos nuevos son más difíciles de manejar al estar la masa más blanda. Me quedo con mi receta, no por que estén más buenos, sino porque son los que estoy acostumbrados a comer desde niña, pero éstos también tienen su encanto.
INGREDIENTES (las medidas son imprecisas, pero ésto es lo que tienen este tipo de recetas tradicionales):
3 huevos L que echaremos en una taza, y esa será nuestra medida, el volumen de los huevos, haremos una linea imaginaria que estará hasta donde llegan los huevos, y esa será la medida.El mismo volumen de huevos en azúcar dentro de una taza igual que la de los huevosEl mismo volumen de huevos en aceite de oliva virgen extra dentro de una taza igual que la de huevosEl mismo volumen de huevos en zumo de naranja dentro de una taza igual que la de los huevos3 sobres de gasificante para repostería (lo venden en Mercadona y tenéis la foto debajo)Ralladura de naranjaRalladura de limónPiel de limónDe 600 a 700 gr. de harina (tiene que quedarnos una masa blanda, pero si es imposible manejar habrá que añadirle un poco más de harina)Aceite de oliva suave para freírAzúcar y canela para rebozar
PREPARACIÓN:
Cascamos los huevos en una taza. Llenamos otra taza igual hasta la misma medida de los huevos. Calentamos el aceite de oliva virgen extra con la piel de limón en la sartén y dejamos enfríar completamente. Con el azúcar y el zumo de naranja haremos lo mismo, echarlos en una taza y comprobar que tienen el mismo volumen que los huevos.
Una vez frío el aceite ponemos el contenido de las cuatro tazas en un bol amplio, añadimos las ralladuras de limón y de naranja, removemos con un tenedor y añadimos los sobres de gasificante (el sobre es doble, por lo que tendréis que echarle los tres dobles). Comenzamos a añadir la harina poco a poco. Hasta que espese, pero no tenemos que llegar a una masa demasiado espesa, de hecho es difícil en ese momento cogerla con las manos y hacer una bola con ella sin ponernos aceite en las manos. Dejamos reposar en el frigorífico tapada durante al menos dos horas.
Pasado este tiempo sacamos el bol de la nevera. Calentamos una sartén mediana con abundante aceite. Nos aceitamos las manos y vamos cogiendo bolitas y haciendo con ellas los roscos, si os resulta imposible podéis añadir algo más de harina a la masa, o poner en la encimera un poco de harina para ayudarnos de la encimera para hacer la forma del rosco. Freímos en el aceite, por ambos lados hasta que esté dorado. Sacamos y dejamos sobre papel absorbente para que suelten el exceso de aceite. Rebozamos en azúcar y canela antes de que se enfríen.
En cuanto estén fríos podemos empezar a comerlos y disfrutar de un trocito de tradición de nuestra Semana Santa.
Lidia.