Así que mi aportación para este año son unos bombones.
Hace un tiempo compré unos pequeños moldes de silicona a través de internet. En realidad fue un error, porque pensaba que eran para medida de cupcake, pero resultaron ser de una medida para bombones. Los guardé, cómo no, pensando en que un día les encontraría utilidad.
Pero uno de los motivos por los que me decidí por hacer estos bombones rellenos fue encontrar esta maravilla de receta de una mousse chocolate que no necesita refrigeración. Deduzco que es algo similar al proceso que realizan los chocolateros para hacer las mousses que se comercializan y que no necesitan nevera. Sea como fuere, me pareció una maravilla (todavía alucino hoy) por lo fácil que fue hacerla, lo bien que quedó y el ver que no hay que utilizar nevera para conservarla. No sé si ya conocíais esta receta, pero a mí me pareció maravillosa.
Así que estos bombones se han construido sobre esa mousse, que ha pasado a convertirse en un básico de mi recetario desde ya mismo.
He utilizado chocolate negro y blanco, este último con colorante para hacer los bombones rojos. Son muy fáciles de hacer, y no hacen falta moldes especiales si os da igual que sean en forma de rosa. Podéis utilizar una huevera pequeña de huevos de codorniz, o una cubitera de silicona. Pero yo he aprovechado los moldes de rosas para que tuvieran algo que ver con la festividad de Sant Jordi.
¿A que quedan cucos?
Os paso los ingredientes que he utilizado. No sé cuántos bombones han salido al final, porque en mi casa han ido picoteando. Pongamos que salieron unos 12 de negros y unos 4-5 de blancos y otros tanto de rojos.
Ingredientes:
Para la mousse:
- 200 gr de chocolate negro de cobertura, con un mínimo del 70% de sólidos de cacao
- 160 ml de agua
- 20 ml de licor Triple Seco
Para los bombones:
- 100 gr de chocolate negro de cobertura
- 150 gr de chocolate blanco
Preparación:
Empezamos con la mousse. Hice la receta entera, pero ya os aviso que me ha sobrado un montón, así que podéis hacer la mitad. Yo la hice toda y he guardado el resto en un recipiente hermético.
Antes que nada ponemos un bol con cubitos de hielo y agua y dentro de él otro en el que montaremos el chocolate. Preparamos también la batidora de mano con el accesorio de varillas.
Para prepararla ponemos en un cazo los líquidos y el chocolate troceado. Lo ponemos en un cazo a fuego muy bajo y vamos removiendo con una paletina de silicona hasta que se haya fundido totalmente. En ese momento lo llevamos al bol que hay dentro del agua con hielo y batimos con el batidor de varillas a velocidad media. Salpicará un poco pero no importa. El resultado vale la pena :)
Alucinaréis cuando veáis que al poco de estar batiendo empieza a tomar la textura de mousse. Desde entonces es todo muy rápido y debéis parar cuando veáis que la textura es la deseada.
Lo podéis reservar hasta que vayáis a hacer los bombones.
Para ello lo que vamos a hacer es derretir el chocolate del color de los bombones que vayamos a hacer en cada momento. Bañamos los moldes con el chocolate y los giramos sobre una rejilla con un recipiente debajo. Con ello conseguiremos hacer las paredes del bombón. Los dejamos un par de minutos y los llevamos luego a la nevera a enfriar.
Una vez fríos los rellenamos con la mousse y los tapamos con más chocolate para hacerles la base, y los volvemos a llevar a la nevera.
Haremos este proceso con todos, con el chocolate blanco y con el negro, y cuando vayamos a hacer los rojos añadiremos al chocolate derretido media cucharadita de colorante rojo en gel.
Lo malo de preparar esto es que no paras de lamerte los dedos, así que llevo un empacho de chocolate que no veáis.
Espero que os haya gustado la receta. Yo ya os digo que sigo alucinando con lo de la mousse.
¡Que aproveche!
P.S. Un truquito. Para que el chocolate blanco no se enfríe cuando le vayáis a poner el colorante, si es en gel, calentad un poco la cuchara mojándola, por ejemplo, con agua caliente. Así no habrá contraste de temperaturas entre el chocolate y el colorante.