Tarta tres chocolates, mi versión sin cuajada

Que puedo decir del chocolate, si es que me pierde y tenía muchas ganas de hacer la tarta tres chocolates desde hacía ya tiempo. La cuestión es que las recetas que he visto la hacen con sobres de cuajada y tienen que ser una delicia pero hay países donde no se encuentran. De ahí el hacer una versión que no lleva, en la que he utilizado gelatina que sí se suele encontrar y he cambiado las proporciones de los demás ingredientes para que tenga un sabor tan delicioso y una textura tan increíble como las tartas tres leches que se hacen con cuajada.

El sabor es dulce y cremoso, una tarta deliciosa que lleva su tiempo hacer pero no porque sea complicada sino porque hay que ir dejando enfriar y espesar cada capa antes de poner la siguiente. También os digo que es tamaño familiar, si la quieres mas pequeña solo hay que disminuir los ingredientes de manera proporcional.

Tarta tres chocolates, mi versión sin cuajada

Ingredientes

900 ml de nata (crema de leche) para montar (crema de leche)

750 ml de leche entera

125 g de azúcar

12 hojas de gelatina

80 g de mantequilla

200 g de galletas tipo digestive

la ralladura de la piel de una naranja

200 g de chocolate negro para postres

200 g de chocolate con leche para postres

200 g de chocolate blanco para postres

20 g de chocolate rallado para decorar

Preparación de la tarta tres chocolates versión sin cuajada:

Primero vamos a preparar la base triturando las galletas, se puede hacer muy fácilmente metiendo las galletas en una bolsa y aplastándolas con un rodillo. Una vez estén trituradas las ponemos en un bol y añadimos la ralladura de naranja, que le va a dar un sabor muy rico y combina muy bien con el chocolate.

Cuando lo tengamos mezclado añadimos la mantequilla derretida y lo amasamos hasta que esté bien integrado. Entonces vamos a forrar un molde desmoldable, solo la parte de abajo, con papel de hornear. Ponemos la masa de galletas y la aplastamos bien para que quede apretada y uniforme.

Metemos la base a la nevera para que se enfríe y comenzamos a preparar la primera capa de chocolate, puse primero la de chocolate negro pero las puedes poner en el orden que quieras. En un cazo vamos a poner 300 ml de nata (crema de leche), 250 ml de leche, los 200 g de chocolate negro y 75 g de azúcar. Lo ponemos a fuego lento hasta que se haya deshecho el chocolate y haya espesado un poco, es importante no dejar de ir removiendo.



Mientras se hace vamos hidratando 4 hojas de gelatina, si el fabricante no indica lo contrario lo haremos metiendo las hojas en agua fría unos minutos. Una vez apartemos el chocolate del fuego añadimos las hojas de gelatina escurridas y lo removemos bien para mezclar.

Si es necesario puedes colar la preparación si han quedado pequeños grumitos de chocolate. Lo dejas templar a temperatura ambiente hasta que esté frío o muy templado, es conveniente tapar y remover de vez en cuando para que no se forme una capa por encima. Una vez que ya esté frío o muy templado lo ponemos por encima de la base de galletas.

Lo vamos a meter en la nevera para que se vaya cuajando, tardará un rato por lo que es mejor esperar un poco antes de comenzar a preparar la siguiente.

Prepararemos la segunda capa, hemos puesto la de chocolate con leche, vamos a hacer lo mismo, en un cazo ponemos 300 ml de nata (crema de leche), 250 ml de leche, los 50 g de azúcar que nos quedan y los 200 g de chocolate con leche. Lo ponemos a fuego lento hasta que el chocolate se haya deshecho por completo y espese un poquito, recuerda ir removiendo constantemente.

Volvemos a hidratar otras cuatro hojas de gelatina y las añadimos a la preparación cuando la retiremos del fuego, hay que remover para mezclar bien. Una vez hecha la segunda capa la dejamos enfriar, igualmente a temperatura ambiente, mejor tapada y removiendo de vez en cuando. Mientras esta se enfría se irá espesando la que tenemos en la nevera.

Una vez la tengamos ya templada o fría vamos a ponerla encima de la otra, la sacamos de la nevera y vamos echando la segunda capa con mucho cuidado para evitar que se mezclen, yo no tuve cuidado y se mezclaron un poco por el centro, no pasa nada pero nos va a quedar mas bonita si la vamos poniendo despacio, por ejemplo poco a poco con una cuchara, para que las capas queden mas definidas.

Lo volvemos a meter a la never y esperamos un rato antes de comenzar con la siguiente, así le damos tiempo para que se vaya espesando. Vamos a hacer lo mismo, en un cazo ponemos la nata (crema de leche) que nos queda, la leche y el chocolate, al blanco no le ponemos azúcar porque tiene un sabor mas dulce y suave. Mientras lo vamos haciendo a fuego lento y removiendo ponemos a hidratar las 4 hojas de gelatina que nos quedan.

Procedemos de la misma manera, una vez retirado del fuego añadimos la gelatina y removemos bien para mezclar. Dejamos enfriar tapado y removiendo de vez en cuando. Tardan un rato en enfriar pero nos viene bien porque así vamos dejando que espese lo que tenemos en la nevera. Una vez fría la echamos con cuidado por encima de la capa anterior y con mucho cuidado lo volvemos a meter a la nevera.


Es importante dejarlo varias horas en la nevera antes de servir para que pueda espesar bien, lo mejor es hacerlo de un día para otro, yo la suelo preparar la tarde-noche anterior. También se puede poner una hoja mas de gelatina por capa pero de esta manera tiene una textura muy cremosa.