Es tiempo de Torrijas, y nos guste o no las vamos a ver por todas partes. Y yo no iba a ser menos..
En mi casa, las torrijas vienen de la mano de mi amiga Mari Angeles, que todos los años nos prepara una bandeja bien hermosa. Pero con esto de tener un blog de recetas me veo "obligada" a hacerlas yo también, porque no hay blog español que se precie que no tenga es su recetario unas torrijas.
De manera, que yo preparo las torrijas menos convencionales ( mirad aqui mis torrijas de bizcocho) y le dejo a ella las tradicionales que dicho sea de paso, las borda.
Pero este año, he preparado unas torrijas mitad convencionales, mitad modernas, y digo modernas porque todo lo que no sean torrijas de miel, o de azúcar o de vino, son moderneces, muy ricas, pero moderneces.
Estas que os traigo hoy, al contrario de lo que os penséis no son muy empalagosas. A pesar de llevar leche condensada, al ir diluida en agua, el dulzor no es exagerado, pero vamos a dejar de hablar y vamos a pasar a la acción.
INGREDIENTES:
200 gr de leche condensada
200 gr de agua
1 barra de pan del uno o dos dias antes (yo he usado una baguette)
1 huevo
1 cucharadita de canela
1 cucharada colmada de azúcar glass
Aceite de girasol para freír.
PREPARACIÓN:
En una fuente ponemos la leche condensada y el agua y batimos hasta que se integren. Añadimos el huevo batido y la canela y mezclamos bien. Si es necesario lo batimos con una batidora para que la canela no deje grumitos.
Cortamos el pan en rebanadas no muy finas y las ponemos a remojar en la bandeja con la mezcla. Damos vuelta para que se empapen bien mientras ponemos una sartén con aceite de girasol suficiente para freír. Cuando el aceite esté caliente pero no humee, vamos friendo las torrijas hasta que estén doradas por los dos lados.
Ponemos a escurrir sobre una rejilla y espolvoreamos con azúcar glass con un colador.
Tengo que deciros que he probado a hacer estas torrijas en el horno, con calor arriba y abajo a 200º hasta que se ven doradas, pero aunque están buenas de sabor, la textura es distinta a las fritas.
Mezclamos la leche condensada con el agua
Añadimos el huevo batido y mezclamos.
Añadimos la canela y volvemos a mezclar. Casi mejor batir con una batidora para que no queden grumos.
Cortamos el pan en rebanadas y dejamos en remojo un par de minutos para que se empape bien, pero no lo dejamos mucho tiempo porque si no se nos romperían.
Y aunque he hecho algunas en el horno, la mayoría las he frito. Dejamos que escurran el exceso de aceite sobre una rejilla.
Le espolvoreamos un poquito de azúcar glass y a disfrutarlas.
Espero que os gusten y que paséis una buena Semana Santa.