Normalmente suelo prepararlas en salsa de toffe o con vino blanco , pero el año pasado visitando a Chelo que ya sabéis que cocina como los ángeles, me encontré con esta receta que me cautivó de principio a fin
Ingredientes:
Una barra de pan de cuarto del dia anterior300 ml. de leche (yo le puse 350)2 cucharadas soperas de azúcarLa piel de un limón1 vaina de vainilla
Para el almíbar:
150 ml de agua150 ml. de miel(he utilizado una de milflores de Luna de Miel)150 ml. de anís
Para rebozar y freír
2 huevosAceite de girasol
Elaboración:
Hervimos unos tres minutos la leche en un cazo junto con el azúcar, la piel de limón (cuidado con que la piel no lleve la parte blanca del limón pues nos amargaría y estropearia el postre), la vaina de la vainilla abierta a la mitad y extraemos las semillas para potenciar aún mas el sabor . Retiramos del fuego y dejamos infusionar hasta que esté la leche fria.
Por otro lado hacemos el almíbar poniendo los ingredientes en un cazo y dejamos cocer hasta que el almíbar tome cuerpo y se espese. Lo dejé reducir mas o menos a la mitad.Reservamos y esperamos a que se enfrie perfectamente.
Cortamos el pan en rebanadas de 1 cm aproximadamente o como mas nos guste, pero muy delgadas no, porque se desharían en el remojo. Las disponemos en una bandeja y esperamos a que se empapen con la leche infusionada.
Ponemos a calentar una sartén con abundante aceite de girasol. Batimos los huevos en un plato . Vamos cogiendo con cuidadín las rebanadas y escurriéndolas levemente. Las pasamos por el huevo batido y las freímos hasta que estén doradas por ambas caras.
Mejor que no esté el fuego muy alto porque sino se arrebatan enseguida.Las vamos sacando y pasando a un plato o bandeja con papel absorvente para retirar el exceso de grasa.
Por último las bañamos en el almíbar . El que nos sobre, lo ponemos en una jarrita aparte y que cada cual se sirva el que quiera.