Con esta palabras traducidas del italiano comienza una de las jornadas que celebra el Día de la Mujer. En el caso de Italia, tuvo voz una vez finalizada la II Guerra Mundial, en 1946. Se celebraban los logros sociales, económicos y políticos relacionados del mundo de la mujer.
Es un día internacional para reivindicar esos derechos que deben ser tenidos en cuenta los 364 días siguientes. La mujer aspira a ser lo mejor de sí misma sin trabas, menosprecios o barreras. Ser mujer en una sociedad donde convivir con hombres no sea un reto, sino un camino común. Que podamos expresarnos sin dejar de tener voz y que no tengamos que estar demostrando constantemente que sí podemos estar a la altura. Son principios básicos de igualdad que compartimos en todos los países y que, regresando a nuestro postre, en Italia se celebra además con elaboraciones dulces para este día.
Las pastelerías italianas se tiñen de color amarillo. Bombones, dulces, tartas...todas representando con este color el símbolo de la mimosa. Esta flor se ha convertido en un emblema de la mujer ya que florece en los primeros días de marzo, coincidiendo con esta fecha señalada. Y es una tradición o referente en el país transalpino, al igual que las rosas en San Valentín.
Personalmente me parece una tradición muy bonita porque resalta unos colores muy alegres, ya que el aspecto exterior del pastel recuerda a la flor mimosa, que conjuga perfectamente a su vez con la llegada de la primavera y la pascua que ya rondan muy cerca.
La torta Mimosa es de sabores delicados y suaves. Un tierno y esponjoso bizcocho genovés que teñimos de amarillo para la ocasión empapado con un delicioso almíbar y relleno de una refinada crema diplomática. Un placer para los sentidos y para compatir con las mujeres de nuestra vida.
Pasamos a la receta!
Ingredientes: Molde de 16 cm. 2 unidades de bizcocho genovés
Para cada bizcocho:
- 3 huevos
- 120 grs. azúcar
- 120 grs. harina
- 1 cdta. vainilla
- 1/2 cdta. cúrcuma o unas gotas de colorante amarillo
Para el almíbar:
- 230 ml. agua
- 200 grs. azúcar
- 1 chorrito amaretto
Para la crema diplomática:
- 1/2 litro de leche
- 3 yemas de huevo
- 1 vaina de vainilla o 1 cdta. vainilla en pasta
- Ralladura medio limón
- 50 grs. maicena
- 100 grs. azúcar
- 15 grs. mantequilla
- 100 ml. nata (crema de leche) para montar + 10 grs. azúcar
- Azúcar glass para decorar
Preparación: en primer lugar comenzamos con el bizcocho genovés. Haremos dos para nuestra tarta. Una para el pastel y otra para la decoración.
Iniciamos batiendo los huevos con el azúcar hasta que quede cremoso. Añadimos la vainilla y el colorante. Tamizamos la harina y la integramos en varios pasos con movimientos envolventes para que no se baje nuestra masa.
Cubrimos nuestro molde con papel vegetal en base y laterales. Añadimos la masa y horneamos unos 20-25 minutos hasta que el palillo salga limpio. Dejamos enfriar en la rejilla y repetimos la operación con el siguiente. Reservamos.
Mientras se hornea nuestra masa pòdemos aprovechar para hacer la crema diplomática. Va a constar de dos partes. La primera que será elaborar una crema pastelera. Y la segunda que será montar la nata (crema de leche) y agregarla a la crema.
Para la crema pastelera infusionamos la mitad de la leche con la piel de limón y la vainilla. Cuando hierva apartamos y retiramos aromatizantes. Mientras reposa batimos las yemas con la maicena, el azúcar y la otra mitad de la leche. Agregamos a la leche hervida y ponemos a fuego medio. Vamos removiendo con las varillas y en el momento que comience a espesar y salga la primera burbuja retiramos. Añadimos la mantequilla y disolvemos completamente. Dejamos reposar con un film transparente que pondremos a piel para que no cree costra. Una vez que esté fría montamos la nata (crema de leche) con el azúcar y la agregamos con movimientos envolventes. Dejamos reposar media hora en la nevera.
Para el almíbar añadimos a un cazo el agua, el azúcar y el licor. Dejamos 5 minutos en ebullición a fuego medio y luego 10 minutos a fuego lento. Apartamos y dejamos enfriar.
Una vez todo listo nos disponemos a montar la tarta. Primero. A uno de los bizcochos le cortaremos toda la corteza exterior. Cortamos en rebanadas y haremos cuadraditos de bizcocho para decorar nuestro pastel.
El otro bizcocho lo dividimos en tres capas. Empapamos de almíbar. Las tapas de arriba y abajo sólo por el interior y la central por los dos lados. Rellenamos con la crema diplomática y la cubrimos toda. Sí, sí, toda la tarta. Pulimos los bordes. Ahora es el momento de decorar con los cuadraditos de bizcocho. Los vamos agregando cubriendo todos los huecos. Una vez completa nuestra tarta mimosa, llevamos a la nevera un par de horas. Dejamos reposar y antes de servir la espolvoreamos con azúcar glass. Conservamos en la nevera unos 3-4 días. ¡Feliz día de la Mujer!
Espero que os haya parecido original esta receta. Para mí, además de original es especial, porque es una celebración, no sólo una reivindicación de derechos. En España lo asociamos a manifestaciones, a levantarnos para hacernos oír, motivos que comparto de lleno. Pero me encanta que además en otros países además de hacer las reivindicaciones correspondientes se celebre este día. Se homenajea a la mujer al estilo del día de la madre. Resaltando su valor y su lugar en la sociedad.
Hoy me han felicitado varios amigos italianos y la verdad es que me ha sorprendido. No me esperaba un Auguri! o ¡Felicidades!. No sé cómo reaccionar. Pero veo que da esperanza a que esta lucha se reconozca día a día y paso a paso cada una en nuesto mundo. Y que hagamos de este día algo más bonito, más nuestro, más de todas.
Un saludo muy dulce y Feliz día de la Mujer a tod@s!!
¡Vuelvo muy pronto con más novedades!
Maribel García