Una vez que hayas secado tus verduras, añade una pequeña cantidad de aceite o mantequilla en la plancha caliente. Asegúrate de que la plancha esté caliente antes de añadir las verduras, para evitar que se peguen. Cocina las verduras a fuego medio-alto, dándoles la vuelta de vez en cuando, hasta que estén doradas y en su punto. Es importante no moverlos demasiado a menudo, ya que esto puede interrumpir el proceso de dorado.
Una vez cocidos, retira las verduras de la plancha y colócalas en un plato con papel absorbente para quitar cualquier exceso de grasa. Añade tus condimentos y salsas favoritos y sirve caliente para disfrutar de unos vegetales crujientes y deliciosos.
Con este truco, podrás disfrutar de verduras perfectas y deliciosas que tanto te gusta, ¡en la comodidad de tu hogar!
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