Oficialmente se ha inaugurado la temporada navideña.
Falta un mes pero ya estamos todos planificando y pensando en los distintos platos que vamos a realizar.
Yo ya he empezado por los postres. Son mi debilidad, que le voy a a hacer. Me pondré también con los otros platos pero de momento ya tengo alguna que otro postre pensado.
Y como no podía ser de otra manera, tiene que haber turrón. En esta ocasión un turrón de chocolate con cacahuetes fritos con miel. Idéntico al que venden en un famoso supermercado, pero sin aditivo extraños ni conservantes.
Un turrón que se tarda en hacer cinco minutos. Si, si, minuto arriba, minuto abajo. Luego hay que esperar a que solidifique, pero eso es lo de menos.
La base del turrón suele se siempre la misma, así que podéis sustituir los cacahuetes, si no os gustan por otros frutos secos.
Aclaro que le llamamos turrón, aunque me consta que los más exigentes me dirán que turrón solo es el original con almendras, pero habrá que llamarlo de alguna manera digo yo.
INGREDIENTES:
200 gr de chocolate negro
150 gr de chocolate con leche
60 gr de manteca de cerdo
80 gr de cacahuetes fritos con miel
PREPARACIÓN:
Trituramos los dos chocolates en la thermomix unos 5 segundos a velocidad 8-10.
incorporamos la manteca y fundimos 4 minutos, 50º, velocidad 2.
Añadimos los cacahuetes y removemos 10 segundos a velocidad 1.
vertemos la mezcla en un molde de turrón. El mío es de silicona. Dejamos que solidifique a temperatura ambiente unas horas.
Si no tenemos thermomix troceamos los chocolate y los poneos en un cazo con la manteca, a fuego suave y removiendo hasta que se fundan completamente. Luego añadimos los cacahuetes, mezclamos y ya está.
Os dejo la receta en versión vídeo. La tenéis en mi canal de You Tube y si os gusta podéis suscribiros para ver otras recetas sencillas y ricas como estas.
Vamos a pulverizar los chocolates.
Ya está, añadimos la manteca y fundimos.
Listo.
Agregamos los cacahuetes y mezclamos.
Vertemos en el molde y dejamos enfriar.
Y si no tenéis molde de turrón, podéis fabricaros uno, cortando un cartón de tetrabrick por la mitad. Lo lavamos bien y ya tenemos nuestro molde (imagen sacada de internet)
Y pasadas unas horas, tenemos un estupendo turrón con un toque crocanti.
¡Riquísimo!