Yo no sé qué tienen de atractivas estas golosinas saludables que me gustan tanto. No es por saludables, eh.
Creo que encuentro algo mágico en mezclar algunos ingredientes que me parecen a priori sosos y convertirlos en algo que no pueda parar de comer.
Claro, esto solo es posible gracias al dúo dinámico chocolate – dulce de leche.
En fin, aquí les dejo a este primo setentero de la chocotorta, una golosina saludable, riquísima y muy muy fácil de preparar.
qué tiene de bueno este turrón de quaker
El turrón de Quaker es riquísimo. Ri-quí-si-mo. Riquísimo.
El turrón de Quaker es mucho más saludable que otra golosina: aunque tenga el azúcar del dulce de leche, tiene avena, tiene cacao del bueno, no tiene colorantes, conservantes ni todo lo que tendría una golosina industrial. Además de que no pagás el plástico del envoltorio ni generás residuos de máNOTEPASES,PAULINA.
El turrón de Quaker es muy económico. Mucho más económico que un alfajor.
El turrón de Quaker se mantiene muy bien refrigerado, incluso mejora.
El turrón de Quaker es realmente fácil de preparar y una receta ideal para hacer con niños.
Cuando se termina el turrón de Quaker te ponés a llorar.
- Esto no es una ventaja, Paulina.
Son lágrimas de felicidad, el turrón de Quaker EMOCIONA.
Ingredientes
para un montonon de turroncitos
6 cdas. de avena arrollada
2 cdas. de cacao en polvo (del bueno bueno, y sino, del de la leche)
3 cdas. de dulce de leche repostero
50g. de manteca
1 paquete de galletitas de agua (tipo Criollitas, si estás en Argentina)
Chocolate cobertura
Receta turrón de Quaker
te va a encantar
1. Mezclar en un bol la avena, el cacao en polvo, el dulce de leche repostero y la manteca. Unir bien con la mano hasta que quede una pasta muy espesa.
2. Armado: se pueden hacer como turrones individuales (como hice yo) o en una fuente grande, para luego cortarlo. Ir formando capas, primero de galleta, luego untar con la pasta, luego más galletas. Las capas que quieras, ideal dos o tres.
idea para dulceros
A mí me gustó mucho una que hice de esta manera: galleta + pasta de avena + una capa de dulce de leche de respostería + galleta…
3. Bordes: poner bien los bordes es muy importante si vas a hacerlos individuales. Hay que agarrar más pasta de avena y rellenar bien los bordes para que queden parejos.
4. Llevar los turrones a la heladera. Mínimo 1 hora. Esto es para que la pasta se endurezca.
5. Derretir el chocolate cobertura a baño maría. Es importante que no toque el agua y que no suba demasiado el calor, sino el chocolate se quemará. Si necesitás hacerlo más líquido, agregale unos chorritos de café. El café potencia el sabor del chocolate, me lo dice siempre mi tía Emi.
6. Bañar los turrones. En mi caso, eran individuales y me parecieron bonitos los bordes para dejarlos visibles, así que la mejor y más sencilla forma que encontré de bañarlos fue que cada galleta toque el chocolate de un lado y luego del otro, como se ve en la foto.
7. Ir colocando en una rejilla a medida que los vamos bañando. ¿Cómo? ¿No tenés una rejilla? NADIE tiene una rejilla. Las inventaron los programas de cocina para que nos pongamos a llorar. Yo usé la tostadora. Soy muy creativa yo. No lloré.
8. Llevar a la heladera un par de horas y ñam, listos para comer los turrones de quaker.
Si te gustó la receta me podés mandar este tweet:
Paulina, tenés razón, el turrón Quaker es lo más de lo más del mundo mundial.
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Así quedaron mis turrones Quaker
y desaparecieron ese mismo día
Y si querés ver otra receta fácil, te recomiendo estos bombones de chocolate crocantes.
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