La receta de hoy es, con un poco de retraso, parte del fruto de una experiencia que viví hace casi ya dos meses gracias a la gran Rosamary del blog Alacartemenus, maravilloso sitio que os invito a visitar si no tenéis la suerte de conocerlo ya.
El caso es que a principios de diciembre, Rosamary se puso en contacto conmigo y con algunos compañeros blogueros que os presentaré más adelante para invitarnos a una comida para un evento muy especial.
¿Y cuál era ese evento?
La comarca del Garraf está promocionando varios de sus productos autóctonos, y nos invitaban a degustarlos en un delicioso y variado menú en el restaurante Sergi de Meià.
Pudimos degustar un menú que utilizaba todo producto de proximidad para darnos sabores ricos y sorprendentes. Me quedé con la sensación de qué poco conozco de mi entorno y sirvió para abrirme los ojos a experimentar e intentar darle la vuelta a sabores que creía que conocía.
La carta constó de estas delicias:
crema de remolacha con picada y flores de haba
“espigalls” con “mongetes del ganxet” de Can Casamada (un finca de muy cerca de mi ciudad) y butifarra negra
mar y montaña de caracoles de mar y de tierra con chorizo, algas ahumadas y ajo de Belltall
arroz de mar con gamba de Vilanova
sablé de nueces, helado de romesco y escarola
… y sí: lo último es el postre. ¡Y me encantó!
El menú fue acompañado de una excelente selección de Malvasía de Sitges en diversas versiones, a cuál más buena, y rematada con un pequeño picoteo dulce para acompañar el café.
Lo mejor, aparte de las delicias que disfrutamos, fue la compañía. Os presento ahora al resto de blogueros:
la anfitriona, Rosamary
Silvia, de Chup Chup Chup
Jordi, de Tot és bo el que l’olla cou
Silvia, de Kuinetes
María, de Margarides i Albercocs
y Xavi, de Flavorcook
De ese encuentro me llevé varias cosas:
– un recuerdo muy agradable y muchas ganas de repetir la experiencia;
– muchas cosas aprendidas, ya fuera por los sabores que descubrí como por las experiencias y conocimientos que compartieron mis compañeros con el resto de nosotros;
– una muestra de los deliciosos espigalls, con los que he preparado un par de recetas, de las que comparto una en este post.
Y ahora os cuento sobre el ingrediente protagonista. Los “espigalls” y los “brotons” son dos momentos del crecimiento de una col de invierno del Garraf, llamada “col brotonera”. Se trata de una col de sabor suave que, como podréis ver si utilizáis los hashtags #origengarraf y #espigalls por las redes, es tremendamente versátil.
A mí se me ocurrieron un par de platos, el primero de ellos tremendamente sencillo, que es el que os presento hoy. No tiene medidas exactas, es una adaptación de una sopa que suelo hacer al gusto, y es lo que os recomiendo.
Ingredientes para 2 raciones:
agua
1 zanahoria no demasiado grande
1 manojo de espigalls
1 puñado de gambas peladas
1 cucharada de pasta de miso amarillo
sal
aceite de oliva
Preparación:
1.- Lavamos los espigalls y los troceamos. Los llevamos a ebullición en un cazo con agua y sal y los tenemos hasta que estén bien tiernos, entre 20 y 25 minutos.
2.- Escurrimos los espigalls y los troceamos pequeños. Los reservamos.
3.- Pelamos la zanahoria y la cortamos en juliana fina. Mientras, salteamos un minuto las gambas en una sartén con una pizca de aceite de oliva.
4.- Ponemos en un cazo algo más de un litro de agua e incorporamos la zanahoria. Cuando la zanahoria empiece a estar blanda (o en el punto que nos guste encontrarla), añadimos los espigalls y las gambas. Dejamos hervir un minuto y apagamos el fuego.
5.- Añadimos ahora el miso y removemos bien hasta que se disuelva del todo.
6.- Servimos inmediatamente.
Cosas a tener en cuenta:
La pasta de miso la podéis encontrar en supermercados orientales o en centros con sección oriental o dietética. Tiene un sabor muy intenso, por lo que es mejor que no os excedáis en las cantidades hasta que la hayáis probado.
Es muy importante que no hierva. La pasta de miso es una pasta de soja fermentada que tiene muy valiosos beneficios para la salud; entre otras cosas, para la flora intestinal. Si hierve, matamos esos fermentos y eliminamos sus propiedades.
Espero que os guste mi propuesta.
¡Que aproveche!