Actualmente podemos encontrar distintos sitios donde se nos ofrecerá el famoso yogur helado. La principal clave de su éxito radica en que se promocionan como un producto saludable, no sólo delicioso. El yogur helado es eso, yogur natural, por lo que tiene las propiedades beneficiosas de este alimento: calcio, vitaminas, es bajo en calorías y en materia grasa, etc. También es una opción perfecta para los celíacos puesto que está exento de gluten.
Las otras dos claves de su éxito son, su textura cremosa y, sobre todo, los toppings que se ofrecen para aportarle un extra de sabor. Se puede elegir fruta fresca en pedazos, lo que lo convierte en un tentempié bastante saludable. O darse un buen capricho y optar por toppings tales como pedazos de chocolate, de galletas, de gominolas, etc., así como siropes o jarabes de frutas, café, caramelo... Las combinaciones pueden ser infinitas.
Si eres de los que te gustan estos yogures helados, hay quien hace sus propias versiones en casa. Con yogures cremosos, griegos, y azúcar o miel, todo ello mezclado y congelado después, se puede conseguir más o menos el mismo tipo de frozen yogurt, quizás algo menos cremoso. Luego, se le pueden agregar los topping al gusto también con lo que se tenga por casa.
Hace un tiempo, nuestra amiga Nora Novata compartió una versión de yogur helado de fresas con nosotros. En este caso, lo preparó con yogures desnatados, edulcorante, fresas y un poco de vinagre de Módena.
¿Ya has probado estos yogures helados? ¿Cuáles son tus combinaciones favoritas? ¿Te has animado a hacerlos caseros?
Imágenes por orden de aparación: Steve Snodgrass/Flickr; Debs (ò‿ó)♪/Flickr y banditob/Flickr