Los niños suelen ser el fiel reflejo de lo que ven en su entorno más cercano en cuanto a modales y comportamiento, por ello, lo principal, tanto en este caso como en otros aspectos educativos de los que son responsables la familia, es empezar dando ejemplo.
Algunos de los comportamientos que se deben introducir poco a poco hasta convertirse en rutinarios son:
- Lavarse las manos antes de sentarse a la mesa: es importante fomentar unos buenos hábitos de higiene en la mesa pues lo contrario supone un riesgo para la salud al manipular alimentos con la mano, como el pan por ejemplo. Además, suele resultar desagradable compartir la mesa con personas desaliñadas, aunque sean niños.
- Sentarse donde se les indique, correctamente, y no levantarse hasta haber terminado todos los alimentos.
- No empezar a comer hasta que todo el mundo haya ocupado su sitio en la mesa y se les indique que pueden hacerlo: por supuesto, no deberán 'picar' de las bandejas o platos ya servidos.
- Es completamente inadmisible que jueguen con los alimentos: aunque hay que ser tolerantes con la torpeza de los niños en sus movimientos cuando son pequeños.
- Si necesitan algo deben pedirlo educadamente: 'por favor' y 'gracias' han de convertirse en dos palabras básicas en el trato con los demás, la hora de la comida no es una excepción.
¿Tus hijos se comportan adecuadamente en la mesa? ¿Cuáles son las normas o hábitos que les has enseñado?