Se trata del clásico carrot cake, el famoso pastel de zanahoria pero con una versión en la que el dulzor lo aporta la misma zanahoria junto con la manzana y unos dátiles.
Si además lo queremos hacer sin gluten, simplemente emplearemos harina de arroz o de trigo sarraceno, creo que son de las mejores opciones en repostería. La de maiz también podemos usarla, pero es una de esas harinas que no me gusta mucho abusar y su textura no siempre me acaba de convencer.
Ingredientes
4 huevos
150 gr. azanahoria rallada
140 gr. harina
100 ml. aceite
100 gr. dátiles deshuesados (o sirope de dátil)
Ralladura de 1 limón
1/2 cucharadita de canela
16 gr. levadura de hornear
Lo primero que haremos es poner los dátiles en remojo con agua caliente durante unos 10 minutos.
Pasado ese tiempo los trituramos bien con un poco del agua.
En un bol batimos los huevos.
Añadimos la crema de dátiles y mezclamos.
Agregamos el aceite y mezclamos bien de nuevo.
Añadimos la harina previamente mezclada con la levadura y la canela.
Pelamos y rallamos las zanahorias y la manzana. Las agregamos a la mezcla junto con la ralladura de limón.
Forramos un molde de horno con aceite y harina o lo forramos con papel de horno. O si utilizamos un molde de silicona simplemente lo embadurnamos un poco con aceite.
Vertemos la masa en el molde y horneamos a 180ºC durante unos 40 minutos. Solo con calor abajo.
¿Qué te ha parecido? Si te animasa hacerlo ya me cuentas qué te ha parecido.
Podemos añadir también unas nueces picadas, le dará un toque extra de sabor y textura muy interesante.