Hablando con Laura de la receta que ibamos a preparar cada una (por no repetir post) ella me dijo que tenía pensado prepararla por los motivos que más abajo os explica y así también la probaría ella, aunque lo de la zanahoria le echaba para atrás. Veamos como ha ido todo.
Este mes he elegido el famoso Carrot Cake para participar en el reto, por complacer a mi hija. Lo probó en casa de una amiga y no ha parado de pedírmelo, así que tenía que aprovechar la ocasión.
Esta tarta tiene su origen en la época medieval. En aquellos tiempos comenzaron a usar la zanahoria en la elaboración de postres, debido a la escasez de azúcar y edulcorantes, y lo costosos que eran. Este vegetal es uno de los que más azúcar contiene y era mucho más fácil de encontrar.
Siglos más tarde fue llevado a EEUU por los inmigrantes europeos donde acabo por convertirse en un postre tradicional.
La popularidad del pastel de zanahoria resurgió de nuevo en el Reino Unido debido al racionamiento durante la Segunda Guerra Mundial.
A mediados del siglo XX, se puso de moda porque los mejores restaurantes, comenzaron a incluirlo en sus cartas, y fue entonces cuando se incluyo en su elaboración el frosting de queso.
A mí me ha sorprendido mucho este cake, esta riquísimo. Nunca me ha llamado la atención, además me paraba mucho el hecho de llevar zanahoria, pero no se nota para nada que la lleva. El resultado es un bizcocho muy jugoso.
Ingredientes:
Para un molde de 18cm.
Bizcocho:
300 ml. de aceite
400 gr. de azúcar moreno
4 huevos
260 gr. de harina
360 gr. de zanahoria rallada o picada
120 gr. de pasas (yo no las puse para evitar que mis hijos destriparan la tarta)
1 cucharadita de canela
1 cucharadita de jengibre
1 cucharadita de clavo molido
1 cucharadita de nuez moscada
1 cucharadita de bicarbonato
2 cucharaditas de levadura en polvo
Frosting:
300 gr de queso crema (tipo philadelphia)
300 ml. nata (crema de leche) para montar
250 gr. de azúcar glass
50 gr. de mantequilla
1 cucharadita de esencia de vainilla
Elaboración:
Precalentar el horno a 180º.
Batir el aceite con el azúcar y los huevos hasta que quede como una crema.
En un bol mezclar la harina con la canela, jengibre, clavo, nuez, bicarbonato y levadura.
A continuación, añadir a la crema los ingredientes secos, poco a poco y removiendo con una espátula.
Añadir la zanahoria y las pasas y mezclar de nuevo.
Untar un molde con mantequilla, verter la mezcla y hornear a 180º, unos 40 minutos o hasta que al pincharlo con un palillo salga seco. Ya sabemos que esto depende del horno..
Para hacer el frosting, primero montar la nata (crema de leche). A parte batir el queso con la mantequilla, (ambas cosas a temperatura ambiente), la esencia de vainilla y el azúcar glass.
Después, incorporar la nata montada (crema de leche), y mezclar con movimientos suaves.
Dejar que el bizcocho se enfríe, dividirlo en dos, rellenarlo y cubrirlo con el frosting.