Cuantas veces nos ha sobrado pan de un día para otro y lo hemos tirado sin saber qué hacer (aparte de tostadas para desayunar) con el pan duro al día siguiente.
El pan se congela muy bien y de forma sencilla, aunque no conviene tenerlo congelado durante largos periodos de tiempo. El que te sobre, lo puedes congelar dentro de una bolsa, así no absorberá olores ni dejará migas en tu congelador.
A la hora de descongelarlo, la mejor opción es hacerlo a temperatura ambiente durante una o dos horas. Si necesitas el pan con urgencia, lo puedes calentar un poco en el horno, pero jamás se te ocurra meterlo al microondas a no ser que quieras comer un chicle.
Una vez descongelado, conviene comerlo enseguida, porque tenderá a quedarse duro.
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