De hecho, ni siquiera he buscado yo la receta. Ella se fue a la librería donde están mis libros de cocina, cogió uno de ellos (todavía no se cual), una libretita que se ha preparado para anotar las recetas que quiere hacer y después de copiarla, me preparó una lista con los ingredientes que teníamos que ver si estaban en casa o hacía falta comprarlos.
A lo único que yo la ayudé fue a encender la vitrocerámica, calentar los ingredientes que había que derretir la fuego y a meter el molde con el bizcocho en el horno caliente . Todavía me da miedo que se pueda quemar por no llegar bien a la encimera.
La verdad ha tenido una mano increíble para elegir este BIZCOCHO DE CHOCOLATE BLANCO, porque quedó superjugoso y riquísimo.
Y como quería que publicara la receta en el blog, aquí te la dejo para que la preparen los peques de la casa u os ayuden a hacerla.
INGREDIENTES:
- 125 grs de mantequilla cortada en daditos
- 75 grs de chocolate blanco troceado
- 220 grs de azúcar
- 125 grs de leche
- 113 grs de harina
- 38 grs de harina con levadura
- 1/2 cucharadita de esencia de vainilla
- 1 huevo ligeramente batido
Glaseado de Chocolate Blanco
- 50 ml de nata (crema de leche) líquida
- 75 grs de chocolate blanco
PREPARACIÓN:
1. Precalentar el horno a 160 grados.
2. Mezclar la mantequilla, el chocolate blanco, el azúcar y la leche en un cazo y remover a fuego lento con una cuchara de madera sin que llegue a hervir, hasta que la mezcla quede lisa. Víértela en un cuenco grande y deja que se enfríe durante 15 minutos.
3. Incorpora las harinas tamizadas, batiendo con las varillas, luego añade la esencia de vainilla y el huevo y vierte la masa en un molde previamente engrasado.
4. Hornea el bizcocho durante 60 minutos aproximadamente.
5. Una vez enfriado pon el bizcocho de una fuente y cúbrelo con el glaseado de chocolate blanco.
6. Para preparar el glaseado pon a calentar la nata (crema de leche) líquida sin dejar que rompa a hervir, retírala del fuego y añade el chocolate blanco. Remueve bien hasta que se derrita por completo y quede perfectamente integrado.
7. Vierte el glaseado sobre el bizcocho cuando se haya enfriado y decóralo como más te guste.
Mi hija aprovechó que teníamos un resto de avellanas tostadas y se las puso por encima.
¡Mira la miga tan esponjosa con la que quedó el bizcocho!
Una receta fantástica, no dejes de probarla.
Y si la preparas mándame la foto, me encantará verla.
¡Nos vemos pronto!
Blanca