El bizcocho de hoy lo he hecho usando mi panificadora pero también se puede hacer en el horno convencional.
Me gusta usar la panificadora para hacer bizcochos porque me resulta muy cómodo, no ensucias nada y no tienes que estar pendiente del horno. La única pega es el formato, que siempre es alargado y poco vistoso. Pero como lo que importa es el sabor, merece la pena.
Para hacerlo he usado leche evaporada que la encontráis en todos los supermercados, junto a la leche condensada, leche de almendras... La más conocida es de la marca Ideal, de Nestle, pero en Lidl también la tienen y es más económica.
Ingredientes:
200 ml de leche evaporada
3 huevos grandes
200 gr de harina
200 gr de azúcar
1 sobre de levadura
2 cucharadas de nescuik de fresa
80 gr de aceite de girasol
2 cucharadas de mermelada de fresa
Cobertura de chocolate
Preparación:
Tamizar la harina junto con la levadura y el nescuik y reservar.
Batir los huevos. Reservar.
Sacar la cubeta de la panificadora y volcar los huevos batidos, la leche evaporada, el azúcar, el aceite, la mermelada. Incorporar la harina que habíamos reservado.
Seleccionar el programa de bizcochos, tostado medio y dejar que la maquinita haga todo el trabajo.
Si lo queréis hacer en el horno simplemente hay que precalentar a 180º, calor arriba y abajo. Volcar la masa en un molde engrasado e introducir en la zona central del horno durante unos 35-40 minutos o hasta que al introducir una brocheta esta salga limpia.
Sacar y dejar que enfríe sobre una rejilla. Una vez frío yo lo cubrí de cobertura de chocolate de la que ya venden preparada en sobres, solo hay que calentar en el microondas o al baño maría.
Como veis más fácil imposible !!