Los bizcochos son un dulce fácil y que siempre gusta y es que un desayuno o un café de media tarde acompañado de un bizcocho fresquito y esponjoso es uno de los grandes placeres de la vida, ¿no estáis de acuerdo?
Este lo hemos hecho con manteca cocida y no con mantequilla, lo que le da un sabor irresistible a mantecado. En mi casa es uno de los que más gusta. Probadlo y decidme si en la vuestra pasa lo mismo.
¿Qué necesito?
3 huevos
1 taza de nata (crema de leche)
1 taza de azúcar
1 taza de manteca cocida
2 tazas de harina
2 cucharaditas de levadura
¿Cómo lo hago?
Primero precalentamos el horno a 180º.
Derretimos la manteca cocida en un cazo y la dejamos que enfríe un poco.
En un bol, batimos los huevos y vamos añadiendo los demás ingredientes, excepto la harina y la levadura, y mezclando todo bien.
Por último, echamos en el bol la harina tamizada con la levadura. Revolvemos bien hasta obtener una masa sin grumos.
Engrasamos un molde con un poco de mantequilla o de aceite de oliva suave y vertemos la masa dentro. Si queréis podéis espolvorear un poco de azúcar sobre la masa, como se hace con las magdalenas.
Horneamos a media altura unos 40 minutos (o hasta que pinchemos con un tenedor y este salga limpio).
¡A desayunar!
Fuente: este post proviene de Vuelta y vuelta, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado: