Se llama así por los colores que se mezclan, blanco y choco, y es perfecto como postre, merienda, desayuno, para el café...
Anem-hi!
INGREDIENTES:
- 150gr. de chocolate negro de cobertura
- 200gr. de azúcar, si no lo quieres muy dulce, con 150gr. va bien.
- 150gr. de harina
- 150gr. de mantequilla
- 4 huevos
- 1 sobre levadura
En primer lugar, separamos las yemas y las batimos con el azúcar hasta que se quede una pasta cremosa. Esta pasta la mezclamos con sólo 100gr de la mantequilla que habremos ablandado un poco, la harina y la levadura tamizadas (es decir, pasadas por un colador, para que quede más fina).
Luego montamos las claras a punto de nieve: batir con la batidora y un pelín de sal, subiendo y bajando la batidora para que entre el aire y se monten.
Cuando estén, incorporar a la masa anterior.
Esta mezcla la separaremos en dos partes.
Por otro lado fundimos el chocolate con los 50gr de mantequilla que quedaban, y esta mezcla se añade a una de las partes separadas.
Tened en cuenta que una de las partes llevará consigo el chocolate, por lo que deberá tener menos cantidad de la pasta de antes, para que queden las dos más o menos igual.
En un molde de bizcocho lo engrasamos con un poco de mantequilla, lo enharinamos (para que no se pegue) y vertemos las dos mezclas, alternando, para que se mezclen los colores. Metemos al horno, 180º, altura media, 35-45 minutos controlando.
Cuando esté listo, se enfríe y desmoldemos, podemos adornar un poco con azúcar glass por ejemplo.
Y ya está! Qué os parece? Vistoso sí que es...
Espero que os guste!