Los ingredientes que necesitarás para preparar este suculento bizcocho son:
250 g de harina bizcochona + un poco más para el molde
150 g de azúcar
3 huevos
6 rodajas de piña en su jugo
100 ml de zumo de piña (puede valer el que lleva la lata)
200 ml de nata (crema de leche) líquida
Un poco de aceite Ponemos a calentar el horno a 170-180º C. En un bol empezamos a mezclar los ingredientes líquidos, empezando por batir los huevos junto con el azúcar hasta que empiece a espumar la mezcla.
Incorporamos el zumo de piña y seguimos batiendo para mezclarlo todo bien, y hacemos lo mismo con la nata (crema de leche) líquida. Es importante que todo esté muy bien mezclado antes de incorporarle la harina.
Tamizamos la harina bizcochona y la vamos añadiendo poco a poco hasta conseguir una masa espesa pero líquida.
Untamos un molde con un poco de aceite y espolvoreamos con harina para que se desmolde con facilidad. Colocamos las rodajas de piña e incorporamos la masa del bizcocho repartiéndola por todos lados.
Dejamos el horno encendido solamente en la parte de abajo y metemos el molde en la parte media. Dejamos que se cueza la masa unos 35 minutos, hasta que al pinchar con un palillo este salga seco. Es importante que no abramos la puerta del horno al menos durante los primeros 25 minutos.
Sacamos del horno cuando el bizcocho esté cocido y lo dejamos templar antes de desmoldar. Damos la vuelta al molde para dejar el bizcocho sobre una rejilla y que se enfríe por completo. Las rodajas de piña quedarán tostadas y ligeramente caramelizadas por la superficie.
Es un bizcocho perfecto para cualquier ocasión, queda muy jugoso y esponjoso. Espero que os animéis a prepararlo y colguéis las fotos de vuestra preparación en la página de ¡Qué rico! en Facebook.