Necesitaremos:
- 6 claras de huevo.
- 500 ml. de nata (crema de leche) para montar muy fría.
- 250 grs. de azúcar ( mezclé blanquilla y morena).
- 2 cucharaditas de levadura.
- Colorante alimentario de color rojo.
Lo primero que haremos es tamizar la harina con la levadura, y precalentamos el horno a 180ºC.
Ahora vamos a poner las claras a montar, con una pizca de sal. Al principio despacio, e iremos subiendo la velocidad paulatinamente.
Cuando las claras empiecen a hacer espuma, iremos añadiendo el azúcar poco a poco, a cucharadas.
Después de añadir el azúcar, seguiremos batiendo hasta que las claras nos queden montadas a punto de merengue.
Ahora iremos añadiendo al hilo la nata (crema de leche) muy fría, para que vaya montando junto con la claras.
Como veis se va montando todo junto y queda homogéneo, ahora es el momento de añadir el colorante. La cantidad dependerá del color final que queráis obtener, ir probando poco a poco.
Cuando se haya incorporado el colorante, añadiremos la harina poco a poco, a cucharadas. Hasta que no se incorpore una, no añadimos la siguiente. Si la ponemos toda de golpe, se nos caerá la masa y perderemos la esponjosidad que hemos logrado hasta ahora.
Ya tenemos una masa muy homogénea y esponjosa de un precioso color rojo, la pondremos en un molde que habremos untado de mantequilla y salpicado de harina. Yo lo puse en un molde redondo, pero lo podéis poner en un molde con forma de corazón para que quede más cool.
Lo vamos a hornear a 180ºC durante 35-40 minutos. Pasados los 35 minutos podemos pinchar en el centro para ver como va. No queremos que se nos pase y se seque. La gracia de este bizcocho radica, precisamente, en lo jugoso que es, en la mezcla de las claras y la nata (crema de leche) montadas.
Y ya veis, un bizcocho diferente y con un sabor insuperable. Podéis rematar la faena inyectando chocolate en el interior, como hicimos con el bizcocho de naranja (receta aquí). Y a disfrutar del bizcocho en buena compañía.