Si te apetece probar a preparar estos bocaditos de queso fritos, los ingredientes que necesitarás son bastante asequibles y fáciles de preparar:
Un paquete de queso en porciones (8 o 16, las que quieras)
1 huevo
Pan rallado
Ajo en polvo
Perejil picado
Aceite para freir Batimos el huevo. Mezclamos el pan rallado con el ajo y el perejil. Retiramos el envoltorio de cada quesito y los pasamos por el huevo batido, procurando que se empapen bien, pero manipulando lo menos posible cada porción.
Pasamos al pan rallado con cuidado de que no se nos deshagan. Empanamos bien, y si queremos que tengan un rebozado más crujiente volvemos a pasar por huevo y pan rallado.
Ponemos en un envase hermético y guardamos las porciones en el congelador, dejándolas como mínimo un día entero para que estén bien congeladas y no se fundan demasiado pronto cuando las vayamos a freír.
Ponemos a calentar el aceite, mejor si es en una freidora para poder hacer los quesitos sin tener que darles la vuelta. Cuando esté bien caliente sacamos las porciones del congelador y las pasamos por el aceite.
Solamente tenemos que freírlos durante unos segundos, como máximo un minuto, hasta que estén dorados y tengan una corteza crujiente. Servimos enseguida, preferiblemente antes de que se enfríen. ¡Te aseguro que son un aperitivo estupendo!
Y como se trata de un aperitivo, se puede acompañar de una cerveza, como una Greed The Sinner Series.
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