Paso a paso: de kéfir porque Montse, del blog No sin mi táper, majísima ella, me envió un nódulo de kéfir para que lo probara. Llevaba años con ganas y por fin llegó mi oportunidad. Pero como la producción de leche kefirada es mayor de la que yo me siento con capacidad de consumir, una de las remesas la usé para hacer este bundt que salió muy muy rico.
Si no tenéis kéfir, no pasa nada, se puede sustituir por yogur normal, por yogur líquido o incluso por leche. En este caso, corregid un poco la cantidad de azúcar porque el kéfir es muy ácido, mucho más que los yogures comerciales.
En cuanto a los anacardos: capricho de la cachorrita pequeña que los adora. Yo pensaba ponerle almendras que, a mi juicio, combinan mejor, pero ella se empeñó y se empeñó y ya os dije cuando hice mis pirmeros cupcakes que no hay nada que un cachorrito insistente no pueda conseguir de una madre.
Así que podéis poner anacardos, almendras, pistachos o el fruto seco que se os antoje. Si la cachorrita pequeña pudo, vosotros podéis.
Ah y lo de hacerlo en el molde de bundt es un capricho de la mamá de los cachorritos para usarlo, para que el papá vea que SÍ me hacen falta todos los trastos que tengo en casa. Lo cierto es que me gustan mucho como salen los bizcochos en este tipo de molde, pero podéis usar cualquier molde apto para horno.
Leche kefirada.
La cantidad es orientativa, dependerá de la que obtengáis. En función de esto, calcularemos el resto de los ingredientes.
Y ya sabéis que si no la tenéis, podéis usar leche normal, yogur, nata (crema de leche), leche evaporada o "leches" vegetales.
Azúcar: el doble de la medida del kéfir.
Harina: el triple de la medida del kéfir.
2 partes de harina integral y una de harina normal
3 huevos
1 sobre de levadura tipo royal
1 puñado de anacardos
2 cucharaditas pequeñas de mantequilla
Precalentamos el horno a 180º
Tamizamos la harina con la levadura. Reservamos.
Batimos los huevos con el azúcar, hasta que estén espumosos. Incorporamos la leche kefirada y poco a poco la harina tamizada hasta obtener una masa espesa.
Engrasamos el molde que vayamos a usar, utilizando una pizca de aceite y una brocha de silicona para extenderla más.
Incorporamos la mitad de los anacardos a la masa y volcamos al molde. Justo antes de meterlo al horno disponemos los demás anacardos por encima (poco a poco se irán bajando hacia la mitad del bizcocho) y las cucharadas de mantequilla cortada en daditos sobre la superficie.
Horneamos a 180-170º calor arriba y abajo sin aire, durante 45-50 minutos, hasta que pinchando con un palito, este salga limpio.
Antes de desmoldar, dejamos que el bizcocho se temple un poco dentro del molde, para que no se rompa. Despegamos ligeramente los bordes del molde con ayuda de una espátula de silicona y sacudimos suavemente hacia abajo hasta que empiece a deslizarse.
¡A merendar!