Los buñuelos salados y dulces, una tentación, tiernos y crujientes a la vez son una auténtica delicia. Los clásicos de viento son típicos de esta época.
Podemos rellenar los buñuelos con mermelada del sabor que prefieras, crema pastelera, nata montada (crema de leche) o crema de chocolate. Para hacerlo ponemos el relleno en una manga pastelera de boquilla muy fina, practicamos un pequeño agujero en los buñuelos e introducimos una pequeña cantidad de relleno en ellos. Los peques disfrutarán muchísimo colaborando en estas tareas.
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Ingredientes:
80 gr de harina
125 mililitros de leche
50 gr de mantequilla
1/2 cucharadita de sal
2 huevos
aceite para freír
100 gr de azúcar y 1 cucharada de canela para espolvorear
la ralladura muy fina de un limón
Preparación:
Ponemos la leche en un cazo con la mantequilla troceada, una cucharada de azúcar, la sal y la ralladura de limón.
Ponemos el cazo al fuego hasta que rompa a hervir. Añadimos la harina de golpe y seguimos la cocción a fuego lento removiendo enérgicamente hasta que se forme una bola de masa que se despegue de las paredes del cazo. Retiramos del fuego y dejamos que enfríe la masa un poco.
Añadimos los huevos de uno en uno, no añadiremos el segundo hasta que el primero esté totalmente incorporado. Debe quedar una masa lisa y sin grumos.
Introducimos la masa en una manga pastelera de boquilla lisa, grande y redonda.
Ponemos a calentar abundante aceite en una sartén y freímos los buñuelos en tandas hasta que queden doraditos por todas partes, los retiramos con una espumadera y los colocamos sobre una fuente forrada con doble capa de papel de cocina para que escurran el exceso de aceite.
Ponemos en un plato el resto del azúcar y la canela, lo mezclamos bien y vamos pasando los buñuelos para que se impregnen del azúcar, quedando así listos para servir.
Fuente: este post proviene de La cocina de Catina, donde puedes consultar el contenido original.
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