Seguimos con más cakes, esta vez en un formato más grande, para hacerlo he utilizado un molde metálico que compre hace tiempo pero que no había tenido tiempo de estrenarlo, se trata de un molde para cakes que lleva un cilindro metálico en su interior para que al hornearlo se quede un agujero perfecto que posteriormente podremos rellenar con alguna crema.
La verdad es que llevaba tiempo buscando algo así, y cuando lo vi no pude resistirme a comprarlo, la primera vez que lo probé se me rompió el cake al sacarlo jeje, la segunda vez opte por congelarlo antes de desmoldarlo y salió mucho mejor, la verdad es que yo hubiese preferido un agujero un poco más pequeño porque al ser tan grande resulta muy frágil a la hora de desmoldarlo, pero si lo congelamos antes se desmolda sin problemas.
Para este primer cake he optado por un cake de mandarina con un cremoso de yogur y chocolate blanco en el interior y en la parte de arriba he jugado con el cremoso y unos gajos de mandarina en el almíbar que encontré en la despensa, lo cierto es que no se ni cuándo ni dónde compre estos gajos de mandarina en almíbar, pero si no los encontráis en el super simplemente cogéis unos gajos de mandarina y los escaldáis unos minutos en un almíbar ligero (el doble de agua que de azúcar) y los dejáis escurrir bien hasta que se enfríen.
Cake de Mandarina con Cremoso de Yogur y Chocolate blanco
Ingredientes (para un molde de 21x5 cm)
Para el cake de mandarina
25 gr de almendra molida, 70 gr de harina, 50 gr de puré de mandarina, 63 gr de huevo, 50 gr de azúcar, 50 gr de mantequilla en pomada, 1 gr de sal, 5 gr de impulsor, ralladura de 2 mandarinas.
Para el cremoso de yogur y chocolate blanco
250 gr de chocolate blanco, 190 gr de yogur griego.
También necesitaremos
Mandarinas en almíbar, crispy de yogur y hojas de albahaca de hoja estrecha.
Elaboración
Para el cremoso de yogur y chocolate blanco
Empezamos preparando el cremoso, cogemos un bol y fundimos el chocolate blanco a 40ºC, en otro bol ponemos el yogur y lo calentamos hasta los 35ºC, a continuación lo mezclamos con el chocolate fundido y emulsionamos con el túrmix hasta obtener una mezcla homogénea. Dejamos enfriar, tapamos con film y reservamos en la nevera durante 24 horas para que coja consistencia.
Para el cake de mandarina
Ahora preparamos el cake, mezclamos la mantequilla en pomada con el azúcar hasta conseguir una crema homogénea. A parte mezclamos los huevos con el puré de mandarina y los vamos añadiendo poco a poco a la mezcla anterior (es importante que los huevos estén a temperatura ambiente y que al mezclarlos con la mantequilla lo hagamos a intervalos para lograr una correcta emulsión), mezclamos todo bien hasta que quede bien emulsionado.
En otro bol mezclamos la harina, la almendra molida, la sal y el impulsor. Tamizamos esta mezcla y la vamos incorporando poco a poco a la mezcla anterior. Finalmente añadimos la ralladura de mandarina y mezclamos bien, lo metemos en una manga y rellenamos el molde. Si utilizáis un molde metálico sería conveniente engrasarlo bien con mantequilla para que no se nos enganche al hornearlo, o bien forrarlo con papel sulfurizado.
Ahora rellenamos el molde procurando no rellenar más de tres cuartas partes del molde, ya que subirá al hornearlo. (Si utilizáis el mismo molde que yo, primero rellenáis un poco en la base, después metéis el cilindro metálico y termináis de rellenar hasta cubrir el cilindro).
Horneamos a 160ºC durante 30 minutos aproximadamente, sacamos del horno y pinchamos con un palillo para comprobar que se haya cocinado bien por dentro, si no es así hornearemos un poco más hasta que al pinchar con el palillo este nos salga limpio. Dejamos enfriar y desmoldamos.
Montaje
Para desmoldar mejor el cake lo ideal sería congelarlo durante 1 hora aproximadamente, así nos será más fácil desmoldarlo sin peligro de que se nos rompa (si utilizáis el mismo molde que yo, primero tendréis que quitar el cilindro metálico haciéndolo rodar y después desmoldar el cake con cuidado).
Si vemos que nos ha subido mucho el cake al hornearlo podemos recortarlo un poco con un cuchillo de sierra mientras aun este congelado para que nos quede una superficie más lisa en la parte de arriba.
Ahora cogemos el cremoso que teníamos en la nevera y lo montamos un poco, lo metemos en una manga y rellenamos el interior.
A continuación vamos colocando algunos puntos de cremoso en la parte de arriba y vamos colocando los gajos de mandarina encima, en los huecos que nos queden libres vamos colocando puntos de cremoso de diferentes tamaños hasta cubrir toda la superficie, finalmente decoramos con un poco de crispy de yogur y algunas hojas de albahaca de hoja estrecha para darle una nota de color.