Pero que rápido se pasan las vacaciones....una semana y parece que fue ayer mismo cuando estaba preparando la maleta para irme. Pero mira por donde ha sido una semana intensa llena de risas, momentos de relax y muuuuchos kilómetros. He cogido el coche y yo solito me he hecho un recorrido la mar de majo: Barcelona, Zaragoza, Gijón y Santiago, con varias paradas intermedias y luego vueltecita otra vez para casa. Todos estos kilómetros en solitario me han servido para dos cosas, aprenderme de memoria un montón de canciones que he cantado como si no hubiese mañana (espero que no haya una cámara oculta en mi coche) y para reencontrarme con familia y amigos a los que echaba de menos. Pero como digo la semana es muy corta y hay que volver al tajo, así que aquí va nuestra primera receta de marzo.
Tenía unas carrilleras que había comprado a Carmen, mi carnicera de toda la vida, así que llegué a casa y me dispuse a prepararlas en salsa de oporto, que están de muerte, pero mi pareja cual bebé llorón me dijo que tenía antojo de canelones....si hombre iba yo ahora a congelar las carrilleras con la pinta que tenían...así que ni pa ti ni pa mi.....y canelones de carrillera, que están buenos no.....lo siguiente.
- INGREDIENTES:
2 carrilleras de cerdo
1 hoja de laurel
8 placas de pasta para canelón
1 cebolleta grande
1/2 vado de vino tinto (yo utilicé oporto, pero se puede poner cualquier tinto)
Un puñado de piñones
Aceite, sal, pimienta y romero
2 cucharadas de mantequilla
1 cucharada grande de harina
2 cucharillas de mostaza de dijón
1 vaso de leche
Nuez moscada
- ELABORACIÓN:
Limpiamos bien las carrilleras y las sellamos en una sartén con un chorrito de aceite. Lo justo para dorarla por fuera. Las ponemos en una olla exprés con agua que las cubra, un poco de sal y la hoja de laurel. Cerramos y las dejamos al fuego bajo 40 minutos desde que suba la válvula.
Apagamos, despresurizamos, sacamos las carrilleras y dejamos que se enfríen a temperatura ambiente. Reservamos un vaso del caldo donde han cocido.
Una vez frías las deshuesamos (la carne se despegará sola) y las cortamos en dados pequeños. Cortamos la cebolleta en juliana gruesa.
Encendemos el horno a 200ºC.
En una sartén con un buen chorrito de aceite, pochamos bien la cebolleta junto con un poco de tomillo hasta que empiece a cambiar de color e incorporamos entonces los dados de carrillera y los piñones, salteamos un par de minutos. Añadimos el vino y flambeamos para tostar los trozos por fuera. Una vez que el vino ya se haya evaporado probamos el punto de sal y rectificamos si hiciese falta. Apagamos y reservamos.
Para la bechamel en una sartén derretimos la mantequilla y añadimos luego las cucharillas de mostaza. Mezclamos bien e incorporamos la harina. Rehogamos e introducimos el vaso de caldo de cocer las carrilleras que habíamos reservado. Removemos bien con cuidado para evitar que queden grumos. Añadimos después el vaso de leche. Incorporamos un poco de nuez moscada, sal y pimienta sin parar de remover.
Cocemos la pasta para canelones siguiendo las indicaciones del fabricante.
Una vez cocida y bien escurrida la pasta, le añadimos un par de cucharadas del relleno de carrillera y hacemos la forma del canelón. Cuando estén todos hechos los pasamos a una fuente para horno untada con un poco de aceite. Ponemos los canelones en la fuente y salseamos con la bechamel de mostaza y cubrimos con un poco de queso rallado.
Metemos la fuente en el horno ya caliente y dejamos unos 20 minutos, los últimos cinco con el gratinador puesto. Sacamos y emplatamos para servir caliente.
- MARIDAJE:
Un tinto de la Mancha elaborado con tempranillo y crianza en madera será fantástico aliado de este plato tan sabroso.
- COSTE: barato.
- DIFICULTAD: media.
- TIEMPO: 90 minutos.
- CALÓRICO: la bechamel no es ligera, las carrilleras si son bajas en grasa.