Todavía no termina de llegar la primavera, y aunque parece que ya ha pasado el frío invernal y con él el tiempo de los potajes, lo cierto es que aún podemos aprovechar alguno de estos refrescones de fin de semana para cocinar un buen puchero. Cada región tiene sus platos tradicionales en lo que a la marmita y a la legumbre se refiere: El Cocido Maragato o leonés, la Fabada Asturiana, el Cocido montañés en Cantabria, o qué decir del archifamoso Cocido Madrileño, que hasta tiene canción, y de un riojano por cierto: el gran Pepe Blanco.
Como veis, las legumbres y los pucheros son básicos en la gastronomía española, y dentro de la riojana tenemos también nuestras recetas de potaje, como pueden ser las Lentejas o las Alubias a la riojana, pero hay un plato que es tremendamente popular, y lo es por el ingrediente principal, puesto que se trata de un tipo de legumbre que solo se da en una zona determinada de La Rioja y que incluso ha conseguido crear a su alrededor una D.O.P. como Alubia de Anguiano, aunque sea más conocida popularmente como Caparrón.
Esta legumbre destaca por ser de un tamaño mediano, un color uniforme y, sobre todo, por tener una piel extremadamente fina que hace que se deshaga en la boca, aunque mantiene la suficiente consistencia como para no deshacerse en la olla aunque se pase de cocción. Si a eso le sumamos un sabor delicioso y su riqueza en almidón, que hace que la salsa quede con una textura inimitable, veremos que nos encontramos ante un tipo de legumbre muy especial y valorada. Por eso, en La Rioja se ha creado toda una cultura en torno a ella, con jornadas gastronómicas, degustaciones o laboratorios culinarios. Todo un lujo.
Por lo que respecta a la receta, se trata de un puchero con las legumbres cocidas y sus sacramentos, que en este caso van a ser chorizo, morcilla de arroz y panceta, aunque también podríamos incorporar carne de morcillo o costilla, dependiendo también de lo que tengamos más a mano. No os resistáis a probar esta receta porque veréis como os va a encantar. Eso sí, ya podéis ir pidiendo sitio en el sofá para echar después una buena siesta.
Ingredientes
400 gr de caparrones (alubias de Anguiano)
200 gr de chorizo fresco
200 gr de panceta o tocino fresco
200 gr de morcilla
1 cebolla
2 dientes de ajo
1 cucharadita de pimentón dulce o picante
Aceite de oliva y sal
Piparras o guindillas
Caparrones con sus sacramentos. Receta fácil y rápida: preparación de la receta
1.- La noche previa a su cocinado, pon a remojo los caparrones en 1 litro y cuarto de agua.2.- Al día siguiente sofríe en una cazuela grande la cebolla bien picadita. Añade un pellizco de sal y póchala a fuego medio.
3.- Añade los caparrones con el agua en la que han pasado la noche en remojo.
4.- Incorpora la panceta cortada en trozos grandes.
5.- Cuando el agua empiece a hervir, asusta los caparrones con un vaso de agua fría.
6.- Cuando el agua vuelva a hervir de nuevo baja el fuego al mínimo y cuece, removiendo de vez en cuando durante 2 horas.
7.- Pasado ese tiempo añade el chorizo y la morcilla enteros, la sal y cuece 15 minutos más.
8.- En una sartén fríe los ajos laminados en un chorro de aceite y añade una cucharadita de pimentón.
9.- Vierte sobre los caparrones. Remueve un poco y cuece 2 minutos más para que se integren los sabores. Retira del fuego y deja reposar antes de servir.
10.- Corta en porciones pequeñas los sacramentos para poder servir más fácilmente (los sacramentos son el chorizo, la morcilla y la panceta).
11.- Acompaña de unas piparras o guindillas. El picante te ayudará a digerir el guiso y te desgrasará el paladar.
Mis consejos para elaborar estos Caparrones con sus sacramentos:
- Como ya os explicaba en la introducción, Caparrón es el nombre que recibe este tipo de alubia con Denominación de Origen Protegida de la Alubia de Anguiano pero, si lo prefieres, puedes utilizar otro tipo de legumbre para elaborar esta receta.- El objetivo de asustar a las legumbres echándoles un vaso de agua fría para cortar el primer hervor es evitar que se encallen o endurezcan. Realmente lo que hacemos es evitar que cristalice el almidón de la legumbre como reacción a las altas temperaturas.
- Al asustar a las legumbres, también se ayuda a que liberen impurezas. Verás que liberan una espuma que conviene retirar con una cuchar o espumadera.
- Si ves que le falta agua al guiso no dudes en añadirle un vaso de agua o caldo, pero debe estar caliente para no volver a cortar el hervor.
Te recomiendo estos utensilios:
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