Para terminar la semana os traigo un aperitivo de esos que gustan tanto para una cena o comida de picoteo. La pasta filo da mucho juego en este tipo de elaboraciones pequeñitas, de bocado, tanto dulces como saladas. Se le puede dar forma de saquito o de caramelo y cerrarlo con cebollino. En esta ocasión los he rellenado de sobrasada y miel, un relleno que vi en el blog Como agua para chocolate. Nada dice de la miel que le pone, supongo que será la de flores, aunque yo he puesto miel de caña, que tanto nos gusta en casa, y el resultado ha sido muy bueno. Unos crujientes caramelos por fuera con una explosión de sabores por dentro.
INGREDIENTES:
Unas hojas de pasta filo, de cada una nos saldrán 3 o 4 caramelos
Sobrasada
Miel (la mía de caña)
Mantequilla
Cebollino
PREPARACIÓN:
Pondremos en una sartén la sobrasada para que vaya soltando el exceso de grasa, después de un ratito veremos que ya lo ha soltado y pondremos en un colador para que lo suelte todo.
Derretimos la mantequilla en el microondas y con la ayuda de un pincel de cocina pintamos por ambos lados de la hoja, con mucho cuidado de no romperla. Cortamos a lo ancho en tiras de unos cuatro dedos de ancho. Doblamos cada tira sobre si misma, y en el centro ponemos un pegote de sobrasada y por encima un poquito de miel.
Enrollamos como si se tratara de un cilindro y cerramos por los lados con dos tallos de cebollino, cerrándolo como si de un caramelo se tratara. Ponemos sobre una bandeja con papel vegetal y horneamos a 180º durante unas diez o doce minutos, hasta que veamos que están dorados. Sacamos y dejamos sobre papel absorbente para que pueda soltar el exceso de grasa que pudiera quedarle todavía a la sobrasada.
Y para acompañar hemos tomado un vino con nombre de canción tradicional infantil, La Tarara. Un Rioja de la variedad Tempranillo 100%, de las Bodegas Óbalo cuya nota de cata es la siguiente: en vista color rojo rubí, limpio, brillante, luminoso. En nariz aromas a frutales, fruta roja, fruta en licor, elegante, compota, notas de crianza, madera nueva, cacao y notas de sotobosque. Y en boca tiene buena entrada, graso y largo. Está envejecido en barrica de roble francés durante 12 meses. Como siempre lo he adquirido en Lugar del Vino de la Costa Tropical, y lo podéis encontrar a un precio que ronda los 8 o 9 euros.
Con estas dos propuestas os dejo el fin de semana.
Lidia.
Fuente: este post proviene de Atrapada en mi cocina, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado: