CARNE EN SALSA

O mejor dicho: LA MEJOR CARNE EN SALSA DEL MUNDO.. ¿Y por qué soy tan descarada a la hora de afirmar ésto?.. Pues porque es la receta de mi madre.

Mi madre en la cocina es una auténtica alquimista. Como buena andaluza que es, combina las especias como nadie y en todo momento sabe qué le falta o que le vendría bien a un guiso. Ahora que hace tiempo que no vivo con mis padres, tengo necesidad de aprender ese toque que solo ella sabe darle a sus platos.

Así que quedé un día con mi madre y a lo corresponsal, con mi cámara y un blog de notas, me fui a pasar el día y a que me enseñara a hacer esta "Carne en salsa" que tanto me gusta. 

Normalmente aunque sigas una receta de tu madre al pie de la letra, no sé qué pasa que a ella siempre le sale más rico. Pero en esta ocasión, que yo iba elaborando el guiso mientras ella me daba las instrucciones, el resultado fue igual.. Así que no perdáis la ocasión de hacer esta Carne en Salsa porque os encantará. Además es una receta fácil.

INGREDIENTES (4 raciones aprox.)
- 1 Kg. Filetes de ternera de aguja (un dedo de grueso).
- 3 zanahorias.
- 1 lata de guisantes.
- 1/3 cebolla.
- 1/2 vasito de vino blanco para guisar.
- Pimienta negra (7 bolitas).
- Clavo (1 ud.)
- 1 hoja de laurel.
- 2 dientes de ajo.
- 1/2 pastilla de concentrado de jamón (opcional).
- Pan rallado (para espesar el caldo).
- Aceite de oliva virgen extra.
- Colorante alimentario.
- 1 litro de agua.
- Sal.


1. Para empezar preparamos los ingredientes para dejarlos listos. Se trocea la carne y se retira el exceso de grasa o las partes duras.


2. A continuación, se pica la media cebolla. Reservamos el otro cuarto entero para más adelante.


3. Se pela y se corta la zanahoria en rodajas.


4. Se cubre la base de la olla con aceite de oliva y se fríe el cuarto de cebolla que nos quedaba y los dos dientes de ajo (sin pelar) hasta que estén algo doraditos.


5. A continuación, rehoga a fuego alto la carne para sellarla. Remueve bien para que no se queme.


6. Cuando la carne esté lista, retira la cebolla y los ajos que utilizamos al principio y añade la cebolla picada. Remueve y rehoga unos minutos.


7. Mientras, en un cazo pon a calentar agua (aproximadamente 1 litro). Más adelante lo añadiremos al guiso.
8. Añade la hoja de laurel y el vino blanco. Seguimos a fuego alto. Mezcla bien.


9. Incorpora la pimienta, el clavo y el colorante (como media cucharadita).


10. Ahora vamos a verter medio litro del agua que hemos calentado y se mezcla. Dejamos cocer unos minutos.


11. Se añaden las zanahorias, el otro medio litro de agua y la media pastilla de concentrado de jamón que habremos rallado previamente. Si los guisantes fueran congelados podrías añadirlos en este paso; sin embargo, en este caso hemos utilizado los guisantes de lata que ya vienen listos así que los añadiremos más adelante.



12. Se cierra la olla durante 20 minutos. En este caso hemos utilizado la olla express de toda la vida, pero se puede sustituir por la olla rápida o bien, por una olla normal, lo único que en ésta última la cocción será mucho más larga, aproximadamente una hora. 



13. Pasado el tiempo necesario, abrimos la olla, se prueba la carne y, aunque no debería pasar, si te parece que ha quedado dura, puedes darle unos minutos más con la olla cerrada o abierta. Si está lista, añade sal y un poco de pan rallado para que espese el caldo.



14. Por último incorpora los guisantes y se deja cocer todo durante un rato para que el caldo se concentre.




MÁS COSILLAS:

- Acompaña este estofado de carne con patatas fritas o puré de patata o arroz blanco y, como no, con un buen trozo de pan.

- Este guiso, además, se puede congelar y tendrás un plato riquísimo en cualquier momento.
Seguro que hay un plato que sólo vuestra madre, padre, tía, suegra, etc. sabe hacer con ese toque especial que lo hace único..  Estaré encantada de que me lo contéis ;)



¿SABÍAS QUÉ..?

Se puede ver la galaxia dentro de una cueva. Millones de pequeñas luces azuladas brillan en las Cuevas de Waimoto, situadas en la isla norte de Nueva Zelanda. Este precioso fenómeno está causado por un insecto, el Arachnocampa luminosa, que al igual que las luciérnagas, emiten luz para atraer hacia ella a otros insectos de la cueva los cuales quedarán atrapados en una especie de "hilo de pegamento" que segregan.



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