La guitarra descansa en la esquina, apoyada, en una continua espera, sus cuerdas con sonido metalizado casi no acompaña sus suaves formas de guitarra flamenca. La cejilla sigue colocada en el mástil, donde tantas veces presionaron las cuerdas sus delicados dedos, la púa enganchada en uno de los trastes, hasta que con ritmo la golpeen nuevamente sobre las cuerdas y que suenen las viejas canciones de aquel juvenil grupo de mediados de los 70.
Aquellos chicos que tocaban en misa de doce dándoles el compás a los coros de las niñas que estudiaban en el colegio de monjas que estaba justo detrás de la iglesia; a la salida en el jardín de la parroquia, cuajado de naranjos, cambiaban la música y entonaban los éxitos del momento, mientras embobadas las chicas se arremolinaban a su alrededor.
Soñaban con ser famosos y a su modo, en su entorno, entre el grupo de amigos lo eran; preparaban y animaban sus ?guateques?, preparaban sus conciertos en la plaza del pueblo donde solían veranear cada año uno de sus componentes, aquel blanco y popular pueblo malagueño: Mijas, llegaron a tocar en directo en las emisoras de radio ¿quién no recuerda en Málaga, Radio Juventud y Radio Popular? Casí los únicos medios de escuchar música en aquella época, si no tenías un "picú" y discos de vinilo .
Algunos días, aquellos mismos dedos, presionan las cuerdas de la vieja guitarra y con la púa empiezan a sonar las notas y rememora sus canciones favoritas para mi; suena Santana, cierro los ojos y escucho a Bruce Springsteen (The Boss) y me hace soñar con Eric Clapton (Mano lenta)?..
Escucho las canciones que con ilusión y placer tocaba aquel grupo de jovencitos: DELTA 4. Me llega su música, sus historias contadas por mi marido, mientras sus manos rasguean su guitarra, recordando su vieja amistad con ellos, una amistad verdadera, sincera que perdura hasta el dia de hoy.
Cada uno siguió su camino: Salvador, Juan Adolfo, Jose Andrés ( ESTE ES SU BLOG ), mi marido y Juan?..
Es Juan, juani para los amigos, quien tiene un puesto en el mercado central de Málaga, en el precioso mercado de Atarazanas; el puesto hace esquina, justo entrando por la puerta principal, es pequeño y lo regenta junto a su hijo (su socio, como él le llama). Puedo asegurarles que siempre tiene un fresquísimo pescado de la Bahia; se ha especializado en jureles, esos plateados jurelitos malagueños, casi blancos; en boquerones malagueños, pijotas, pero sobre todo tiene las merluzas de pincho, las mejores que se pescan en nuestras costas.
Es allí, donde cada Sábado acudo, sobre todo cuando quiero una buena merluza de pincho, como la última que pesó cerca de dos kilos.
Me la prepara como yo le indico, en esta ocasión de forma que con la cabeza, a la que le quita cuidadosamente la ?cococha? para poder disfrutarla aparte, y la cola preparo un EMBLANCO (la receta AQUI)
el resto del cuerpo le pido que me la trocee, como para freírla. Con cuatro trozos preparo un GAZPACHUELO MALAGUEÑO (éste es el ENLACE de la receta)
me queda para FREIR ALGUNOS TROZOS (Pinchen AQUI y vean que ricas con ésta salsa de pimientos)
las huevas las frio (éste es el enlace de la receta)
aunque si prefieren los lomos enteros y limpios pueden preparar ESTE PLATO (aqui la receta) un tanto más sofisticado
Y aún queda merluza para preparar ésta riquísima cazuela de merluza?.pensando mientras tanto, en ésa gran amistad que los une hoy en día a pesar del paso de los años y escuchando la música que en la cercana lejanía suena en las cuerdas de su guitarra.
¿Cómo lo he preparado? Bien fácil.
En una cazuela echar un buen chorreón de aceite de oliva virgen extra (actualmente usando en Mi cocina del bonito pueblo malagueño de Riogordo), echar dos o tres dientes de ajos laminados y dejar hacer a fuego lento unos minutos, sin que se lleguen a dorar.
Agregar las almejas (que habrá que tenerlas previamente en agua con un poco de sal, a fin de que suelten la posible tierra que puedan tener en su interior), colocar los trozos de merluza y añadir un vaso de vino blanco (he usado un fino Montilla-Moriles), dejando evaporar el alcohol un minuto, agregando pasado éste tiempo la misma cantidad de agua. Llevar a ebullición y salar al gusto.
Dejar cocer unos cinco minutos, mientras desgranar los chicharos y echarlos en la cazuela, al igual que los langostinos enteros.
Picar perejil y añadirlo en la cazuela, removiendo la cazuela con movimientos rotatorios?.
Dejar reducir el caldo, dependiendo del grosor del pescado procurando que éste no quede demasiado hecho.
¡¡ Buen provecho !!
Fuente: este post proviene de Blog de Mi Cocina Carmen Rosa, donde puedes consultar el contenido original.
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